Estados Unidos se enfrentará mañana martes 6 de noviembre a unas impredecibles elecciones legislativas que, a pesar de que el nombre de Donald Trump no estará en las boletas, marcarán el rumbo de los dos años que restan del periodo del actual mandatario.
Comúnmente conocidos como ‘midterm’ las elecciones legislativas celebran en mitad del mandato de un presidente. Cada cuatro años tienen lugar unos comicios legislativos en los que, principalmente, están en juego asientos en la Cámara de Representantes (la cámara baja del Congreso de EU) y el Senado (la cámara alta del Congreso).
Actualmente la Cámara de Representantes está repartida entre miembros de los dos principales partidos en la política norteamericana (el Partido Demócrata y el Republicano).
El Partido Republicano (el que pertenece Trump) tiene la mayoría en la cámara baja al poseer 235 de los 435 escaños que forman este organismo, por los 193 asientos ocupados por demócratas. A ellos hay que sumar 7 asientos que actualmente se encuentran vacíos.
En el Senado, el Partido Republicano tiene una mayoría muy ajustada. De los 100 escaños, 51 están controlados por el partido de Trump. Los demócratas mantienen actualmente 47 asientos, por los dos que están en manos de partidos independientes, que votan en sintonía con los demócratas.
La elecciones de mañana se elegirán 435 legisladores de la Cámara de Representantes, que cumplen mandatos de tan solo dos años,
En lo que respecta al Senado, cuyos miembros son elegidos cada 6 años, solo 35 de los 100 escaños formarán parte de los ‘midterm’ de 2018.
El ‘midterm’ marcarán el rumbo de los dos años que restan a Donald Trump.
La balanza se podría inclinar a favor del Partido Demócrata, pues los ciudadanos buscan una alternativa de la actual administración (del Partido Republicano) al no estar de acuerdo con la agenda legislativa que ha impulsado el gobierno de Donald Trump.
