Por “fallas administrativas” capacitadores del INE recorren el país sin uniformes ni teléfonos

Pese a que este viernes inician las jornadas de capacitación electoral, el INE dejó a gran parte de sus capacitadores sin equipos y sin uniformes.

ine funcionarios de casilla
Foto: Milenio

Este viernes 9 de febrero, más de 49 mil capacitadores del Instituto Nacional Electoral (INE) comenzarán sus recorridos por el país para avisar a los ciudadanos que han sido elegidos como funcionarios de casilla en las próximas elecciones, sin embargo, más de la mitad de los capacitadores no cuentan con uniformes y teléfonos.

El INE argumenta que la falta del equipo básico en sus capacitadores es debido a que las empresas a las que se les adjudicaron los contratos fallaron para proveer de los insumos. Se ha dado a conocer que los procesos de licitación estuvieron a cargo de dos áreas del INE que no tienen titulares: la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica (DECEyEC) y la Dirección Ejecutiva de Administración (DEA).

El contrato de licitación que pretendía la prestación de más de 50 mil dispositivos móviles se hizo por un monto máximo de 171.6 millones de pesos a la empresa Element Telecom SA de CV, sin embargo, dicha empresa incumplió en la entrega de los equipos, por lo que apenas esta semana el contrato fue rescindido y otorgado a Telcel.

Por otro lado, la licitación para la adquisición de uniformes fue entregada a tres empresas:

  • Bell-Krom SA de CV por 18 millones 90 mil pesos por la producción de 25 mil 302 chamarras,
  • GCS Imagen Empresarial por 8 millones 785 mil pesos por la producción de 27 mil 713 mochilas e
  • IQ Orgullo de Pertenencia SA de CV por 4 millones 640 mil pesos por la producción de 27 mil 297 gorras.

El INE reportó el 22 de enero pasado que la empresa Bell-Krom no terminó la entrega de las 25 mil chamarras a tiempo. Ante estos fallos, los consejeros pidieron ayuda a la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, quien minimizó los hechos calificándolos como un retraso de dos o tres días, asegurando que se iban a entregar a tiempo los uniformes y equipos restantes.