La imposición arancelaria de Estados Unidos a productos de aluminio y acero, ha llevado a la Unión Europea a denunciar formalmente a dicho país formalmente ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), convirtiendo al organismo en árbitro y en terreno de batalla de la llamada guerra comercial.
La denuncia hecha cuenta con 6 páginas contra EU, en las que se pide consultar con Washington los aranceles del 10 y 25 por ciento al aluminio y el acero procedente del bloque comunitario, entre otros socios aliados.
En su denuncia ante la OMC, la UE afirma que los aranceles estadounidenses: “parecen ser inconsistentes con las obligaciones de Estados Unidos” bajo el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994 y el Acuerdo sobre Salvaguardias de la organización, pues no se aplican de manera “uniforme, imparcial y razonable” y, además, son discriminatorios.
La UE alega que los países que no se han visto afectados por los aranceles estadounidenses, como es el caso de Australia, tienen ahora una ventaja sobre los que exportan los mismos productos.
La OMC ha sido muy cuestionada por el presidente estadounidense, Donald Trump, y se ha visto debilitada por los ataques de EU a su manera de funcionar y al sistema multilateral en general, e incluso la propia organización no ha dado declaraciones acerca de las actuaciones de sus Estados Miembros.
Por su parte, Roberto Azevêdo, director general de la OMC, señaló que “las crecientes tensiones comerciales y el riesgo de una escalada son una preocupación real”, y aunque en diversas ocasiones se ha advertido de las consecuencias que traería una guerra comercial, considera como “positivo” que los países miembros “hablen entre ellos y presenten sus inquietudes ante la OMC”.
Las consultas en el seno de la OMC proporcionan a ambas partes la oportunidad de discutir durante 60 días el litigio y de hallar una solución mutuamente satisfactoria sin tener que dar otro paso en el conflicto ante la organización, pero si no prosperan en ese plazo, la UE puede pedir a la Organización Mundial del Comercio que se establezca un panel de resolución de disputas formado por expertos, algo que EU puede bloquear una única vez.
El documento presentado por la Unión Europea, también asegura que podría iniciar una represalia comercial a partir del día 20 de junio, en el que implementarían el pago de aranceles para alimentos como el maíz dulce, arándanos, y en productos como el maquillaje o el tabaco, así como en varios tipos de tuberías, tubos, planchas y estructuras de acero.
