Con el paso del tiempo las divisiones en Morena cada vez son más evidentes, pues diversas decisiones de su dirigencia nacional han generado inconformidad entre sus militantes a tal grado de acusar que la “mafia en el poder” había llegado al partido guinda.
Como ejemplo, tenemos las protestas por las polémicas designaciones de candidaturas; para ello, los militantes y aspirantes acusan a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, de imponer a los candidatos y que las encuestas eran pura simulación.
Debido a ello, el ala radical de este partido está pasando de la crítica a la movilización y con ello abren una nueva fractura en la fuerza política fundada por Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el portal Expansión, fundadores y militantes están convocando a rescatar y reconstruir al partido, para ello proponen una reforma estatutaria, acabar con encuestas “patito”, dar el 90 por ciento de las candidaturas a militantes y a renovar el Comité Ejecutivo Nacional para que el movimiento esté a la altura de la Cuarta Transformación.
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En el artículo “Rebelión en Morena: los agraviados piden rescatarlo”, se señala que militantes y simpatizantes que se sienten afectados por no haber obtenido una candidatura o por no ser tomados en cuenta por la dirigencia “elitista” se han organizado en un grupo denominado como “los agraviados”.
“La sangre perredista que está en Morena es casi del 70 por ciento, entonces vienen con esas prácticas informales, de negociar, de formar grupos, esos grupos exigen una cantidad de posiciones electorales o gubernamentales, no es de extrañar que el partido se comporte de esa forma porque su genética partidista viene de esa dinámica”, sostiene Juan Pablo Navarrete, especialista en partidos de izquierda y profesor de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán.
Se señala que “los agraviados” buscan ser escuchados y tomados en cuenta, “pues consideran que se ha alejado de las bases y ha dejado a decenas de inconformes por la forma en que ha elegido a sus candidatos: encuestas de las que no hay confianza en sus metodologías”.
Por ello, arremetieron contra la gestión de Delgado Carrillo al denunciar que ha mutado en una dirigencia elitista, “alejada de las bases y aseguran que se corre el riesgo de que el neoliberalismo se infiltre”.
“Estamos en resistencia, frente a un liderazgo elitista, excluyente. ¿Hoy en día qué es Morena?, Esa estructura electoral, ¿qué es? Es una estructura vacía, un cascarón que no representa a nuestra militancia”, señaló Jaime Cárdenas Gracia, extitular de la Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep).
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Pese a que Morena es la primera fuerza política del país no ha logrado institucionalizar su vida interna, lo que explica las fracturas que se dan cada que hay un proceso interno o electoral.
“Veo a Mario Delgado debilitado, pero no se debe a su falta de personalidad o de liderazgo, sino que al no ser un partido institucionalizado no cuenta con las estructuras para mediar conflictos”, explicó Javier Rosiles, columnista de Expansión Política , quien advierte que ante la falta de reglas claras y métodos para resolver conflictos, el partido se confronta como sucedía en el PRD.
¿Acaso este pleito pone en riesgo el proyecto corrupto del dictador de Palacio Nacional?
Qué podíamos esperar su Morena está conformada por la basura, los desperdicios y lo peor del resto de los demás partidos políticos.
Con información de Expansión
MSA
