España vivirá sus cuartas elecciones en los últimos cuatro años, ya que este martes los partidos políticos no pudieron llegar a un acuerdo de gobierno tras los comicios del 28 de abril pasado.
Después de cinco meses de negociaciones y disputas, todo llegó a su fin hoy cuando el rey Felipe VI, cerró una nueva consulta política, llegando a la conclusión de que no hay un candidato que logre tener el apoyo parlamentario necesario para poder alcanzar la jefatura del Gobierno.
En consecuencia, el actual presidente en funciones, y líder socialista, Pedro Sánchez, admitió que después de las elecciones de abril hizo todo lo posible para llegar a un acuerdo de gobierno, pero le ha “resultado imposible” conseguirlo.
Sánchez no se guardó nada, pues le echo la culpa de todo esto al izquierdista Unidas Podemos (UP), ya que cuatro veces impidieron, en 2016 y en 2019, la formación de una administración progresista; tampoco le quitó responsabilidad al centroderecha del Partido Popular y Ciudadanos, por no abstenerse para que el Ejecutivo no dependería de los independentistas.
“Lo he intentado por todos los medios, pero nos lo han hecho imposible. He procurado conformar un Gobierno para España, un Gobierno no cualquier Gobierno, sino el que a mi juicio necesita España ante los desafíos que tenemos por delante”, expresó Sánchez.
Asimismo, y con base en los plazos legales, se convocará de manera oficial a nuevas elecciones el próximo 23 de septiembre y se llevarían a cabo el 10 de noviembre.
El 28 de abril pasado el Partido Socialista (PS), de Sánchez, ganó claramente los comicios, pero no obtuvo la mayoría suficiente en el Congreso, por eso era necesario que estos pudieran llegar a un acuerdo con su socio preferente, UP.
