“Para el crimen organizado somos un estorbo”: Centro Católico, tras asesinato de sacerdotes

El Centro Católico se pronunció tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas, asegurando que “para el crimen organizado somos un estorbo”

“Para el crimen organizado somos un estorbo”: Centro Católico, tras asesinato de sacerdotes
Foto: Latinus

El Centro Católico se pronunció tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas, asegurando que “para el crimen organizado somos un estorbo”.

En los últimos tres sexenios 50 sacerdotes católicos han sido asesinados y siete en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A ello se agregan los secuestros, torturas, amenazas de muerte y extorsiones que han sufrido religiosos, así como la profanación de templos y el robo de arte sacro.

Por lo anterior, Omar Sotelo Aguilar, director del Centro Católico Multimedial (CCM), que lleva el registro de estos ataques a la Iglesia, expresó lo siguiente:

“El ejercicio sacerdotal resulta incómodo para el crimen organizado y para algunos gobernantes, pues no sólo anunciamos el evangelio, también denunciamos las injusticias y el trasiego de drogas. Somos un estorbo”.

Tal reacción de Sotelo Aguilar se dio después del asesinato de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, perpetrado en un remoto templo de la sierra Tarahumara.

Además, el religioso paulino aseguró tajantemente que:

“Sí, no hay duda. Estamos ante un caso más de clericidio, puesto que los asesinos se fueron directamente contra nuestros dos hermanos jesuitas para exterminarlos. Sabían muy bien que eran sacerdotes. Y para colmo, todavía sacaron sus cuerpos del templo para intentar desaparecerlos, como advirtiendo: ‘Si somos capaces de matar a un sacerdote, podemos matar a cualquiera’… De ese tamaño es la prepotencia y el poder del narcotráfico en México”.

No han disminuido ataque con la 4T

Al ser cuestionado por el semanario Proceso sobre si han disminuido los ataques contra el clero en lo que va del sexenio de López Obrador, lo rechazó rotundamente.

“¡Para nada! la violencia continúa igual, sigue habiendo amenazas de muerte, extorsiones, secuestros, torturas y asesinatos de sacerdotes en distintos puntos del país. Aparte, continúa la profanación de templos y el robo de arte sacro. En estos momentos los medios enfocan sus reflectores en los asesinatos de la Tarahumara, pero en la Iglesia llevamos años padeciendo este tipo de ataques al ayudar a las comunidades afectadas por la violencia”.

Recordó que en lo que lleva el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, ya van siete sacerdotes asesinados –de 2019 a este 2022– en las diócesis de Matamoros, Celaya, el Nayar, Cuernavaca, Tijuana y ahora en la diócesis chihuahuense de La Tarahumara, donde la Compañía de Jesús viene realizando su labor pastoral desde hace varios años.

“El ejercicio sacerdotal resulta incómodo para el crimen organizado y para algunos gobernantes, pues no solamente anunciamos el evangelio, sino también denunciamos las injusticias y el trasiego de drogas. Somos un estorbo. Esa es la razón por la que durante este gobierno ya asesinaron a siete sacerdotes, en los que se incluyen nuestros dos compañeros de la Tarahumara”, agregó.

Existe impunidad total 

Por último, Sotelo Aguilar lamentó la impunidad que rodea todo lo relacionado a los ataques contra religiosos en el país, pues no desconoce si hay detenidos o avances en las carpetas de investigación.

Tras lo ocurrido en Chihuahua, el Centro Católico se pronunció tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas, asegurando que “para el crimen organizado somos un estorbo”.

Con información de Proceso

JZ