El dirigente nacional del PAN, Damián Zepeda, condenó a través de Twitter el asesinato del candidato a la alcaldía de Taretan, Michoacán, Alejandro Chávez Zavala e hizo un llamado a las autoridades para esclarecer los hechos y dar con los responsables.
Habría que recordarle a Zepeda que apenas en marzo pasado, él mismo decidió romper cualquier interlocución con gobierno federal por los ataques –dijo– que ha sufrido su candidato a la Presidencia, Ricardo Anaya.
Lo anterior significó que, desde el 8 de marzo ningún representante de Acción Nacional –por instrucciones de Zepeda y Anaya– acudió a las mesas establecidas en la Segob para dar seguimiento al proceso electoral y a la seguridad de los candidatos a cualquier cargo de elección popular.
Un “berrinche” de Ricardo Anaya, quien no midió las consecuencias de sus actos.
Mentiras, acusaciones, señalamientos, vínculos con la delincuencia y corrupción son lastres que el “Joven Maravilla” ha querido quitarse. En dicho intento ha hecho de todo con tal de llegar a la Presidencia.
No por nada, el expresidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, pidió a Damián Zepeda entender la dimensión de su responsabilidad sobre el asesinato de Chávez Zavala.
“Vete a Michoacán, a Taretan, con su familia y con los compañeros de lucha. Desde ahí demuestra que los panistas no tememos miedo. Exige, no hagas llamados. Un tuit no es suficiente. Están matando a los nuestros. Entiende la dimensión de tu responsabilidad”, expresó el exlegislador.
Responsabilidad por cierto, compartida con el propio Anaya quien alega una “guerra sucia” en su contra con el uso faccioso de instituciones y un pacto entre el presidente Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Incluso, si así fuera… ¿Se justifica poner en riesgo la seguridad y la vida de los candidatos por un berrinche?
