Home Blog Page 11415

Candidaturas independientes; engaño a los ciudadanos: Ramírez

Este miércoles, el Partido Acción Nacional presentó una iniciativa para facilitar el registro de los candidatos independientes.

Según el dirigente nacional del blanquiazul –Ricardo Anaya–, los panistas impulsarán una ley que obligue a los congresos locales a eliminar los candados a las candidaturas independientes.

Además, de acuerdo con Anaya, su partido se asegurará de que a los independientes de todo el país les exijan firmas por sólo el 0.5 por ciento del padrón, que tengan dos meses para juntar las firmas y que puedan acceder a tiempos de radio y televisión.

Sin duda, los dichos de Anaya suenan bien. La corrección política dicta que se aplauda todo lo que facilite e impulse las candidaturas independientes.

Sin embargo, también es cierto que esta figura podría ser una gran farsa.

En entrevista para La Otra Opinión, el columnista Carlos Ramírez explicó que las candidaturas independientes cumplen la misma función que las candidaturas de chapulines. Es decir, que se convierten en refugio de políticos resentidos que no consiguieron espacios en los partidos donde que militan.

Prueba de lo anterior, continuó Ramírez, es la candidatura –y el triunfo– de Jaime Rodríguez, mejor conocido como el Bronco. Y es que, en opinión del periodista, la ruptura de Ramírez con el PRI fue capitalizada por poderes fácticos, como el sector empresarial. De modo que, esta supuesta candidatura independiente sirvió para que los hombres del dinero se compraran una gubernatura.

Pero hay más, debido a que las llamadas “leyes antibronco” podrían sufrir un revés en la Suprema Corte de Justicia, los partidos políticos han modificado la estrategia. En vez de intentar bloquearlas, apuestan por hacerlas más accesibles. Es decir, por abaratar la figura.

Carlos Ramírez explicó que al eliminar los candados, los partidos facilitan el registro de candidaturas independientes y favorecen los proyectos que tienen el respaldo de una agrupación con estructura territorial.

Es decir, que entre más candidaturas independientes, más fuertes son los partidos.

Y es que más allá de combatir el sistema oligárquico de partidos, más allá de fortalecer la democracia en las agrupaciones políticas y más allá de hacer la función de una elección primaria, las candidaturas independientes en México se utilizan en favor de los partidos.

El columnista Carlos Ramírez trajo a cuenta el caso español. En la elección del presidente de gobierno, expuso el periodista, participan hasta 15 candidatos independientes. No obstante, la competencia real se concentra en dos o tres aspirantes. El resto sirven sólo de escenografía.

Finalmente, Ramírez adelantó que existe la intención de fortalecer una candidatura independiente del ex canciller Jorge Castañeda. Es decir, que Castañeda intenta repetir la estrategia que llevó a Vicente Fox a la Presidencia. Durante el gobierno de Zedillo, Jorge Castañeda dejó correr la versión de que habría un golpe de Estado; con este juego político facilitó la llegada de Vicente Fox a Los Pinos. 15 años después, el ex canciller crece la versión de que Andrés Manuel López Obrador ya tiene un pie en la Casa Presidencial y que se requiere una candidatura independiente para cerrarle el paso.

No obstante, concluyó Carlos Ramírez, una elección presidencial no se reduce a un concurso de popularidad. En estos ejercicios es necesario que existan estructuras de partido. Además, más allá de un trabajo territorial, Jorge Castañeda deberá de probar que puede ser un candidato competitivo. Algo que, al día de hoy, no ha dejado claro.

Delegados, los pillos que se van

Una de los hechos más relevantes de este jueves fue la toma de protesta de los nuevos jefes delegacionales del Distrito Federal.

Para cumplir con el acto protocolario, los 16 gobernantes locales acudieron a la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y compartieron sus cartas de buenos deseos con los diputados capitalinos.

En más de una ocasión se escuchó que habrá continuidad en los proyectos, que se acabará con la impunidad y que blindarán las delegaciones al crimen organizado. Sin embargo, en ningún discurso se escuchó lo que muchos querían oír.

Y es que no hubo un solo jefe delegacional que exhibiera las raterías, los excesos y los malos manejos de los hombres y las mujeres que ocuparon los cargos antes que ellos.

Es decir, que nadie nunca señaló a los políticos rateros, a los políticos farsantes y a los políticos tramposos que dejaron las jefaturas delegacionales para seguir medrando en la misma ALDF, en el congreso federal o en otros espacios de poder.

Durante meses, en este espacios exhibimos las raterías de quienes fueron electos para gobernar una delegación y, en realidad, se sirvieron de esa demarcación. Y si quiere pruebas, van unas cuantas joyas:

El perredista Leonel Luna, ex delegado de la Álvaro Obregón –y ahora diputado local– fue denunciado penalmente por abastecer de agua a piperos que carecían de registro legal.

Al perredista Sergio Palacios de Azcapotzalco lo señalan por permitir la construcción de edificios en los barrios originarios de la delegación.

A la perredista Nora Arias de la Gustavo A. Madero la acusan de haber condicionado los apoyos sociales a cambio de afiliaciones al PRD.

Al perredista José Ballesteros de la Venustiano Carranza lo acusan de extorsionar a floricultores y a ambulantes que pretendían vender sus productos en el mercado de la Merced.

Al perredista de Coyoacán, Mauricio Toledo lo acusan de solicitar la friolera de 1.6 millones para no clausurar una construcción, de pedir 3 millones de pesos para retirar los sellos de clausura de una gasolinera, de desaparecer 60 millones de pesos que estaban etiquetados para la inversión en infraestructura y un largo etcétera.

A la perredista Elizabeth Mateos de Iztacalco la denunciaron por repartir despensas a cambio de afiliaciones al PRD y la exhibieron pidiendo el diezmo a sus trabajadores.

Al perredista Jesús Valencia, de Iztapalapa, un accidente automovilístico le costó el cargo pues salió a la luz un supuesta red de tráfico de influencias.

La ex delegada de Tlalpan, la perredista Maricela Contreras, se hizo fama de cerrar negocios para cobrar por su reapertura.

En la Miguel Hidalgo, el perredista Víctor Hugo Romo gastó millones de pesos para tapizar la ciudad con su rostro y lo acusaron de maquillar los gastos de la delegación.

En la de Magdalena Contreras, la perredista Leticia Quezada dejó la demarcación que gobernaba y se mudó a una “chocita en Polanco”. Además, se dice que Quezada dejó “encargado” el changarro a su cuñado, Arturo Medina.

En Xochimilco, el perredista Miguel Ángel Cámara pasó la charola a sus empleados. Pero él no cobró el diezmo, sólo les pidió el siete por ciento de sus ingresos.

En Tláhuac, la perredista Angelina Méndez, “rasuró” los sueldos de sus empleados y en su sitio web, la delegada presumí su simpatía con el proyecto de Morena.

En la Cuauhtémoc, el perredista Alejandro Fernández dejó que los ambulantes se apoderaran del Centro Histórico y también gustaba de clausurar establecimientos.

En Milpa Alta, el perredista Víctor Hugo Monterola, cuenta con denuncias por excesos en el uso de la fuerza.

El panista Jorge Romero, de la Benito Juárez, compró un departamento a precios bajísimos. Curiosamente, la empresa que le vendió la propiedad ganó varias licitaciones en la delegación.

Finalmente, el priista Adrián Ruvalcaba, de Cuajimalpa, habría solicitado un millón 800 mil pesos para agilizar los trámites para la apertura de un negocio en Plaza Lilas y durante la campaña participó en un enfrentamiento violento con el grupo de Los Claudios.

Todos, los 16, son una chulada de gobernantes, ¿a poco no?

Michoacán, ¿empieza otra farsa?

Este jueves, el perredista Silvano Aureoles tomó protesta como gobernador de Michoacán.

En su discurso, el también senador con licencia anunció que a la entidad llegarían fuerzas federales.

A propósito del arribo de Aureoles es importante señalar que:

Uno. El PRD derrotó a un gobierno vencido del PRI.

Dos. A pesar de que hace seis años, los michoacanos eligieron al priista Fausto Vallejo como su gobernador, el ascenso del crimen organizado y una salud deficiente adelantaron la salida de Vallejo.

Tres. Uno de los mayores retos de Silvano Aureoles será reducir la incidencia criminal y mantener a raya a los delincuentes organizados.

Cuatro. Sin embargo, el mayor desafío del nuevo gobernador será entregar buenos resultados. Y es que, dicen quienes lo conocen, que Aureoles se distingue por una retórica elaborada pero pocos o nulos resultados. Y…

Cinco. Cabe señalar que el gobernador saliente, Salvador Jara –quien antes de ser gobernador era rector de la Universidad de Michoacán y llegó al cargo en medio de una crisis de seguridad–, repartió 21 notarías a sus parientes y amigos. ¿Ésa es la honestidad de este gobernador emergente?

Querétaro, ¿termina la derrota de José Calzada?

Este jueves, en Querétaro, rindió protesta el nuevo gobernador; el panista Francisco Domínguez.

Viene a cuenta recordar que Querétaro fue uno de los tres estados que perdió el PRI en la elección del siete de junio.

En este caso, la victoria favoreció al PAN, un partido que ya había gobernado esta entidad.

Sobre el caso Querétaro vale la pena destacar que:

Uno. El PAN arrebató el estado al PRI a pesar del buen desempeño del ahora ex gobernador José Calzada.

Dos. El gobernador derrotado era conocido como “el gobernador mejor evaluado”.

Tres. Dicen los que saben que el triunfo del PAN se debe, en buena medida, a que el gobernador Calzada no apoyó al candidato de su partido: Roberto Loyola.

Cuatro. También aseguran las malas lenguas que José Calzada se equivocó de candidato, se equivocó en la operación y se equivocó en el proceso electoral.

Cinco. Acaso lo más sorprendente es que pese a la sonora derrota del PRI en Querétaro, el presidente Enrique Peña premió a José Calzada con la secretaría de Agricultura.

¿Acaso el presidente tiene otras cifras?

#MasacreUmpqua Políticos norteamericanos rezan, pero no regulan venta de armas

Esta mañana, medios estadounidenses reportaron un tiroteo en la Umpqua Community College, de Oregon.

Hasta el momento, se reportan 13 muertos y 20 heridos, y entre los primeros se cuenta el responsable de la masacre, un hombre de 20 años, según los primeros informes.

La tragedia se suma a las muchas de este tipo que han sucedido en territorio norteamericano y cobra mayor relevancia si se considera que los muertos aparecen en medio del proceso de selección del candidato republicano que competirá por la presidencia de los Estados Unidos en 2016. ¿Por qué?

Porque son precisamente los republicanos los que continúan defendiendo con un particular ardor patriotero el “derecho” a poseer un arma y, sobre todo, a dispararla. El derecho a la defensa, argumentan, haciendo oídos sordos a quienes hablan, con cifras en la mano, de la violencia que generan. Y no sólo en su país, pues es bien sabido que miles –si no millones– de las armas que circulan en México son de procedencia americana.

Basta echar una mirada a los debates republicanos –con el impresentable Donald Trump al frente– para comprobar que la mayoría de los precandidatos se niega a incrementar las restricciones sobre la adquisición y uso de armas de fuego.

Sin duda, la masacre de Umpqua regresará el tema a las mesas de discusión. Sin embargo, ¿bastarán esas nuevas víctimas –13 de momento– para convencer a los republicanos sobre la necesidad de una nueva regulación de armas? Resulta dudoso.

Y mientras eso sucede, es interesante ver lo que dicen los políticos estadounidenses –responsables indirectos de la masacre– sobre el hecho. Ese grosero cinismo que, si no indignara, sería de risa loca.

 

Con información de The Huffington Post.

¡Carga un silbato que la degolladora anda suelta..!

A propósito del mito de la Degolladora, en redes sociales circula esta parodia…

Pero eso no es todo, además de la parodia, el portal Letra Roja publicó esta ficción sobre el caso:

Por si aparece o no, carga un silbato que la Degolladora anda suelta

La historia la intrigaba. Le daba risa, pero también miedo. ¿La Degolladora? Todo sonaba a invento. No podía creerse que a alguien, una mujer, de la nada, le diera por tomar el cuchillo y degollar al cristiano que se le pusiera enfrente.

María -que así se llamaba- había llegado a Chimalhuacán hacía más años de los que se acordaba. Cuando el lago todavía era lago y las calles no eran más que ensayo. Tenía cincuenta y pico años y así lo decía a quien lo preguntara. Prefería no decir que estaba ya más cerca de los sesenta, pero tampoco quería mentir. “Cincuenta y pico” era la respuesta que satisfacía a todos y hasta a la verdad, aunque fuera a medias.

En esos años, María había aprendido a no creerlo todo… y tampoco a negarlo; sino a buscar un sano punto medio en el que no la tomaran por ingenua, pero tampoco por descreída.

En su pueblo, cuando niña, nunca creyó en La Llorona, pero evitaba salir a medianoche. Tampoco se tragaba el cuento de las brujas, pero no se iba al cerro después que oscurecía. Nunca. Porque ni tan tan, ni muy muy, como decía su madre.

Y ahora venían con el cuento de La Degolladora. ¿A poco no se parecía al del mentado Chupacabras? Ese animal del diablo que comió y dio de comer por igual hacía quién sabe cuántos años. ¿Diez?, ¿veinte? Ya no se acordaba. Pero lo que sí recordaba era que todos los vecinos sabían la historia de la prima de una vecina de su suegra que había visto al mentado chupacabras. Hasta en el mismo Chimalhuacán hubo gente que decía haberlo tenido en el merito techo de su casa y le había arañado la ventana. Primero atacó vacas y borregos, pero no se conformó y empezó a caerle a las personas. Un rasguño en el cuello fue evidencia de una víctima de aquel monstruo de aires legendarios. Ella nunca lo vio, pero igual dormía con un palo recio al lado de la cama y un ojo medio abierto por si los chamacos gritaban.

La Degolladora. Los vecinos habían empezado a hablar de ella desde hacía una semana y se olvidaron de los montones de secuestros y asaltos –por no hablar de los asesinados– de los que diario se sabía. Apenas dos días antes, a uno de sus hijos lo habían robado en el micro y a ella nomás se le ocurrió decirle que qué bueno que no había sido “La Degolladora”. Ya nadie les hacía caso a los muertos que no tenían una rajada en el cuello, con todo y que eran los más. Todo mundo se olvidó de ésos. De momento, se volvieron muertos de segunda a los que ni el gobierno y ni vecinos dedicaban tiempo.

La moda era otra. Era La Degolladora. María había revisado en Internet, con su celular, y resultó que el primer degollado fue el 14 de septiembre. Había videos y todo de los rajados. Se oían muchas cosas. Los sobrevivientes decían que era una mujer. No, que era una joven y que nomás mataba mujeres. Luego se supo que no, que La Degolladora no discriminaba y que lo mismo podía con hombres que con señoras y niños. Y no faltaba quien decía que La Degolladora era un hombre vestido de mujer y que de ahí la fuerza. Decían que andaba por la Labradores. Otros la sufrieron en la Ebanistas. También apareció en la Hojalateros. Y la Pescadores no se salvó. Pero ya se oían voces, chismes, que decían que también rondaba otras colonias. En la suya misma una vecina le dijo que una muchacha rara, medio hombruna, le había salido al paso, pero que ella le había corrido antes de que la alcanzara. Ya las comadres cargaban sus silbatos y las más entronas no salían sin palo o sin cuchillo. No había faltado la chistosa que le jugó a “Juanito y el lobo”: le llovieron mentadas por ocurrente.

Cuando una de sus comadres le ofreció un silbato, ella le dijo que no creía en eso, que se le hacían cuentos, pero igual se lo guardó en la bolsa y lo cargaba con más fe de la que tenía en su escapulario. Porque así que digamos que María era muy creyente, pues no, aunque nunca en la vida había pasado iglesia sin detenerse a la “persignada”. Y así como se daba un minuto para saludar a Dios y darle lo suyo, así mismo cargaba su silbato. No fuera a ser que la Degolladora. No fuera a ser que Dios. No fuera ser que el Diablo.

Nota: este texto es una ficción basada en los extraños ataques de una supuesta Degolladora” en Chimalhuacán. Aunque hay cámaras de vigilancia, nadie tiene imágenes de ella; aunque parece asalto, la “Degolladora” nunca roba nada; y aunque hay sobrevivientes que dan testimonio del ataque, la policía investiga y pide no caer en pánico.

Tomado de Letra Roja

#Moneros MÁS QUE MIL PALABRAS

La extradición de 13 narcontraficantes, incluido “La Barbie”, a Estados Unidos ha sido vista desde varios ángulos. Los hay que lo celebran y los que acusan este hecho como el fracaso del sistema penitenciario y judicial mexicano. Pero los moneros, como siempre, tienen un análisis particular del tema.

#MásPoesía Efrén Rebolledo

 

Insomnio

 

Jidé, clamo, y tu forma idolatrada

no viene a poner fin a mi agoníaa;

Jidé, imploro, durante la sombría

noche y cuando despunta la alborada.

 

Te desea mi carne torturada,

Jidé, Jidé, y recuerdo con porfía,

frescuras de tus brazos de ambrosía

y esencias de tu boca de granada.

 

Ven a aplacar las ansias de mi pecho,

Jidé, Jidé, sin ti como un maldito

me debato en la lumbre de mi lecho;

 

Jidé, sacia mi sed, amiga tierna,

Jidé, Jidé, Jidé, y el vano grito

Rasga la noche lóbrega y eterna.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.

Los 43: ¿por qué nunca van a aceptar la verdad?

A estas alturas –a un año de la tragedia–, la pregunta ya no es quién mató a los 43 normalistas. Tampoco se cuestiona el cómo y menos el por qué.

Todos saben –todos los que quieren ver la verdad–, que los jóvenes de Ayotzinapa fueron asesinados por matarifes de los Guerreros Unidos, quienes los confundieron y/o identificaron como integrantes del grupo rival de Los Rojos.

Todos saben que según la versión oficial habrían sido asesinados e incinerados. Y todos saben según los peritos de Innsbruck que por lo menos dos de esos jóvenes fueron asesinados por ese grupo criminal, incinerados en el basurero de Cocula y sus restos tirados al río.

Las preguntas, entonces, están en otro lado. Una de ellas es fundamental: ¿Por qué nunca van a aceptar la verdad?

Porque la tragedia de Iguala se ha convertido en un jugoso botín; uno de los más rentables de los tiempos de la democracia mexicana.

Porque aceptar la verdad -es decir reconocer que los normalistas fueron asesinados por conflictos vinculados al crimen organizado-, sería igual a “matar la gallina de los huevos de oro”.

Porque reconocer la verdad oficial dejaría sin ingresos y sin las pingües ganancias del “regenteo de la muerte” a decenas de vividores de la tragedia, profesionales de la protesta y titiriteros que pululan detrás de la tragedia de Iguala.

Porque el escándalo mediático montado en torno a la tragedia ya forma parte del proyecto político de distintos partidos; sea el PAN, sea el PRD, sea Morena; sean los aspirantes independientes por venir.

Porque aceptar la verdad en el caso Ayotzinapa, igual que aceptar la verdad en el caso Narvarte, Tlatlaya, y otros, dejaría sin materia, sin trabajo y sin recursos a los profesionales de la protesta y del “no”.

Porque aceptar la verdad sería igual a tirar al cesto de basura una formidable   bandera para obtener votos de sangre en las elecciones de 2016, 2017 y 2018; bandera que podría estar en manos del PRD, de Morena o del PAN.

Lo cierto es que a un año de la tragedia de Iguala nadie cree nada, pero son muchos los vividores de la tragedia que están dispuestos a no creer nada, de manera indefinida.

Al tiempo.

Tomado de La Silla Rota

 

Desindexar

Óptica Ciudadana

Ya habrá un solo salario mínimo para todo el país. ¡Que bien! Ello significa un paso adelante – un pasito, dadas las actuales circunstancias – pendiente desde los años setentas del siglo pasado. Ojalá pronto se den todos los que faltan, para que se respete lo que dice la Constitución.

Desde el 1 de octubre de este año, dice el decreto, el único Salario Mínimo General (SMG) para todo el país, será de 70 pesos más diez centavos. Bien por lo de único, mal por lo del monto.

Porque fíjense, estimados cuatro o cinco lectores, que hace 45 años llegó a haber en México, diez SMG diferentes, uno para los obreros, otro para los campesinos, uno para las ciudades, otro para el campo, uno para el norte del país, otro para el sur, uno más para el occidente, otro para el oriente, uno más para tal zona económica, otro…, como si las necesidades de los mexicanos fuesen diferentes, como si la ley permitiera tratar desigual a los iguales, como si unos tuvieran derecho a comer mejor que otros.

Desde entonces, algunos ilusos, reclamamos, entre otras cosas, que hubiera un solo SMG para todo el país, ya que no existía desde entonces, motivo alguno para tal inequidad. Pero la gente del poder siempre se negó, alegando cosas sin sentido. Porque se puede aceptar que haya diversos salarios máximos. Estos sí están ligados a la productividad de las empresas y a la capacidad y preparación de los trabajadores y empleados, pero el SMG, a lo único que puede estar ligado es a los mínimos de bienestar.

Finalmente, la realidad se impuso y ya tenemos un solo SMG para todo el país. Bien.

Ahora procede, porque es urgente, dar los siguientes pasos, también pendientes. El más urgente, es el de incrementar el monto del SMG, para que sea SUFICIENTE, como dice la Constitución en el segundo párrafo, de la fracción VI, de su apartado A, “para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural y para proveer a la educación obligatoria de los hijos,…“.

Es una pena que el SMG de los 34 países de la organización de países mas desarrollados, la OCDE, el de México sea el más bajo. Es indigno que de los SMG de toda América Latina, el nuestro también sea el peor. Y no se diga la diferencia que hay entre el monto de nuestro SMG con los de nuestros principales socios y vecinos, los EU. El SMG más bajo, valga la redundancia, de dicho país, porque cada entidad federativa de los gringos, puede tener salarios diferentes, es de 8 dólares la hora, o sea, 136 pesos la hora; el SMG mas alto, es de 25 dólares la hora, es decir, 425 pesos la hora. En México, medido en SMG, la hora la pagan a 8 pesos más algunos centavos. Eso es un escándalo.

Lo peor es el cinismo de nuestros propios encargados del bienestar laboral: El SMG actual es de 70 pesos con diez centavos, pero la misma Comisión encargada de evaluar el desarrollo social, dice que tan solo para medio alimentarse, una persona requiere al día, 86 pesos. Y el propio Presidente de la Comisión que anualmente fija el monto de los SMG, dice que efectivamente dicho SMG no alcanza ni para comer bien. ¿Entonces, por qué no lo aumentan?

Su argumento es que el SMG está “indexado” (¿de dónde sacarían el verbo indexar?), es decir, pegado, al cobro de unos 3 mil productos y servicios, que brindan los gobiernos federal y estatales y empresas (multas, abonos de vivienda de interés social, etc.). ¿Y no se puede desindexar? Sí se puede. El gobierno del DF ha anunciado que ha iniciado un proceso para hacerlo. Otros países que habían seguido el mismo modelo, Uruguay por ejemplo, han desindexado sus salarios. ¿Por qué no hacerlo en México?

A lo mejor hace falta tomar otras decisiones previas. Quizá que los encargados de corregir, los legisladores, por ejemplo, perciban durante unos tres meses al menos, el SMG. Quizá que el salario de los integrantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, CNSM, sea el SMG. O que de plano, que dicha CNSM, desaparezca. Digo, si sirve para tan poco pues…

Sí, es un poco difícil de lograr tal situación. Obsérvese, por ejemplo, que los legisladores federales, en lugar de aprovechar la discusión sobre el Presupuesto de Egresos, para suprimir todos los privilegios económicos de toda la clase política (integrantes principales de los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal o delegacional), se han aprobado una disminución en sus prestaciones de ¡medio punto porcentual, algo así como 300 pesos al mes! Es como si se quitaran ellos mismos, el equivalente de medio pelo de gato. ¡No tienen pena!

Por lo pronto, urge desindexar el SMG, para que no tengan más pretextos, para no aumentar el salario, ¿va?

Notitas: Una.– Que luego de sus discursos de días pasados, en Cuba, en el Congreso de los EU, y en la ONU, el Papa Paco (como le llama el maestro Jorge Villamil), ya me esta convenciendo. Dos.- Que lo dicho, el reciente encuentro entre el Presidente y los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos hace un año en Iguala, Guerrero y los asesores de ellos fue, como supuse en mi anterior mamotreto, un dialogo de sordos. Tres.- Que la presentación número 15 de mi libro, “Cuando correteábamos utopías”, será el día viernes 9 de octubre, en el CCH oriente, del DF, a las 11 de la mañana, en su sala 1. Cuatro.- Que, ¡por fin se está entendiendo!, una de las recomendaciones mas frecuentes de los médicos a sus pacientes es “hagan ejercicio”. Cinco.- que sigo sugiriendo, hay que sembrar un árbol cada año y rescatar los ríos de las grandes ciudades, como la de México, ¿va?

Correo E   [email protected]