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¿A quién le importan los adultos mayores?

En la víspera del año nuevo, muchos hacen grandes planes y redactan largas listas de promesas. No obstante, para algunos, el futuro es desolador.

Este miércoles, en su editorial, el periódico El Universal evidenció a los miles de ancianos que día con día realizan labores que no son propias para su edad; los que siguen trabajando largas jornadas para mantener no sólo a sus hijos sino a los nietos; los que a pesar de los padecimientos crónicos y la fatiga salen a las calles a vender productos, a buscar trabajo o a pedir limosna.

Y es que en México –como publicó El Universal–, no existe una infraestructura adecuada para acoger a los adultos mayores. Algunos no ahorraron lo suficiente en su juventud, otros arrastran deudas o responsabilidades familiares y, en su mayoría, deben vivir una vida que no corresponde a su edad ni a sus capacidades físicas.

El Diario publicó que 7.4 millones de hogares en el país cuentan –al menos– con una persona de más de 60 años. En el 90 por ciento de los casos, los abuelitos contribuyen con alguna actividad al hogar: desde labores domésticas hasta servir como el sostén económico de la familia.

Sin embargo, lo realmente grave es que de los 4.5 millones de ancianos que forman parte de la población económicamente activa, un 26 por ciento gana menos de un salario mínimo y el 13 por ciento no percibe ingresos.

Por eso insistimos: en México, envejecer puede convertirse en un verdadero infierno.

Para muestra de lo anterior, basta conocer la historia de Laura Cantú, una mujer de 91 años que murió en las calles del centro de la Ciudad de México.

Durante más de un año, la señora Cantú –ciega y con problemas severos de movilidad–, vivió en una banca del Barrio Chino.

A pesar del frío, de las lluvias y de las altas temperaturas, Laura Cantú permaneció inmóvil en el Parque Santos Degollado de la delegación Cuauhtémoc.

Pero eso no es lo más grave. Lo que realmente alarma es que Laura Cantú vivió un año a la intemperie a pesar de que la banca en que permaneció –y eventualmente murió–, se encuentra frente a la entrada posterior de la secretaría de Relaciones Exteriores. Laura Cantú falleció a pesar de que a unos pasos se encuentran los Juzgado familiares. Laura Cantú se extinguió ante la mirada indiferente de quienes laboran en la oficina de la subprocuraduría de Derechos Humanos de la PGR, que se localiza a dos cuadras de su banca.

Debiera ser un escándalo que una vida humana se pierda frente a la apatía e indolencia de los miles circulan por la Avenida Independencia todos los días. Y es que cada día, frente a la banca de Laura Cantú pasaron servidores públicos, estudiantes, activistas, vecinos, turistas, policías… y nadie hizo algo por ayudarla.

Cierto, hubo algunos que le regalaron ropa y le dieron comida. No obstante, durante un año, la señora Laura Cantú vivió en una banca y no hubo alguna autoridad que la llevara a un refugio, no hubo algún vecino que hiciera algo más por ella; no hubo alguien a quien realmente le importara.

Tras la muerte de Laura Cantú –la mañana del miércoles 30 de diciembre–, la autoridad no demoró en limpiar y desinfectar la zona. De hecho, a las pocas horas, la que fuera su banca estaba ocupada por turistas que ignoraban la historia de terror que se escribió en ese espacio durante un año. No obstante, esta atención no llegó cuando Laura Cantú seguía con vida.

Envejecer en México puede ser un infierno. Envejecer en las calles de México es un doloroso y triste final que nadie merece.

Hoy, muchos otros ancianos viven y duermen en las calles. En este momento, otras historias –como la de Laura Cantú–, se escriben en las calles del Distrito Federal. Hoy, otras dependencias de gobierno, otros servidores públicos y otros vecinos son apáticos ante la tragedia ajena.

Mañana, seguramente, sabremos de otra vida que se apaga. Mañana, seguramente, sabremos de otras y otros como Laura Cantú.

Durango, el primero con candidato

El 2016 está a la vuelta de la esquina. Junto con él llegará una de las jornadas electorales más polémicas en años. Por eso, en La Otra Opinión describimos el escenario político en cada uno de los estados que elegirán a su próximo gobernador.

El priismo de Durango madrugó al resto del país. Esta entidad fue la primera en elegir su candidato a gobernador.

El abanderado del PRI será el alcalde capitalino –y delfín del gobernador–, Esteban Villegas.

En el camino, Villegas dejó atrás a la senadora Leticia Herrera Ale, cuya candidatura no era bien vista por Jorge Herrera Caldera, el gobernador de la entidad.

Por otro lado, es prácticamente un hech que Esteban Villegas tendrá que enfrentar una alianza entre el PAN-PRD; este bloque estaría encabezada por el senador –y ex priísta– José Rosas Aispuro.

Por cierto, no está de más señalar que el candidato del PRI, Esteban Villegas Villarreal, fue miembro y consejero del frente juvenil revolucionario, secretario de gestión social, secretario general de la CNOP y, finalmente, presidente estatal del partido.

En 2007, Villegas fue electo como diputado local, curul que nunca ocupó, pues en ese mismo año fue llamado a dirigir al tricolor duranguense. Más tarde, en 2012, el priista se unió al gabinete del gobernador Herrera –como secretario de salud– y desde ahí –con el apoyo del ejecutivo local– Esteban Villegas saltó a la alcaldía de Durango capital.

Tlaxcala, ¿otro gobierno de alianza?

El 2016 está a la vuelta de la esquina. Junto con él llegará una de las jornadas electorales más polémicas en años. Por eso, en La Otra Opinión describimos el escenario político en cada uno de los estados que elegirán a su próximo gobernador.

A lo largo de 2015, varios hombres y mujeres persiguieron la candidatura del PRI al gobierno de Tlaxcala.

Uno de los nombres más recurrentes en la contienda fue el de Anabel Ávalos, delegada de la Sedesol en el estado.

No obstante, junto con Ávalos sonaron Marco Antonio Mena, presidente local del PRI y el diputado federal Ricardo García Portilla, quien sería el delfín del gobernador Mariano Zarur.

Se dice que Anabel Ávalos, desde la Sedesol, habría construido una buena imagen gracias a la entrega de televisiones digitales, como parte del plan previo al apagón analógico.

Además se rumora que Ávalos tendría el respaldo del ex gobernador de Puebla, Mario Marín “el gober precioso”.

Por su parte, el presidente local del PRI, Marco Antonio Mena, tendría una relación cercana con el gobernador Mariano Zarur, pero no así con las bases priistas. De hecho, se especula que al priismo le disgusta la candidatura de Mena.

Finalmente, Ricardo García Portilla también cuenta con el apoyo del gobernador en funciones y con el del ex presidente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, quien lo calificó como “el cuadro político de mayor crecimiento en Tlaxcala”.

Sin embargo, según se ha dicho, en Tlaxcala los perredistas y los panistas podrían ir en alianza.  Y aunque este bloque no está confirmado, lo cierto es que dos senadoras ya persiguen el espacio. Por el PRD, la senadora Lorena Cuéllar Cisneros; por el PAN,  la senadora Adriana Dávila.

Oaxaca. Pleito entre ex gobernadores

El 2016 está a la vuelta de la esquina. Junto con él llegará una de las jornadas electorales más polémicas en años. Por eso, en La Otra Opinión describimos el escenario político en cada uno de los estados que elegirán a su próximo gobernador.

De acuerdo con las encuestas más recientes, el priismo aventaja a la oposición en la pugna por el gobierno de Oaxaca.

Se sabe que cerca del 40 por ciento de los oaxaqueños siguen indecisos. No obstante, de los que ya definieron su voto, el 19 por ciento votaría por el PRI, el 7 por el PRD y poco más del 6 por ciento por el PAN y por Morena.

No obstante, como en todo proceso electoral, no hay nada escrito. Y es que entre los priistas existen varios perfiles con las posibilidades y la ambición para buscar el gobierno de Oaxaca:

En primer lugar, el más adelantado en las encuestas es el senador Eviel Pérez Magaña. Ex secretario de obras durante el gobierno de Ulises Ruiz.

Y en segundo lugar, el ahora ex titular del Infonavit, Alejandro Murat, hijo del ex gobernador José Murat.

No está de más señalar que a pesar de que las simpatías estarían del lado de Pérez Magaña, el tacto político se inclinaría hacia Murat. ¿Por qué?

Por una razón elemental: la CNTE.

Hoy día, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación es un factor decisivo. En consecuencia, la enemistad entre el grupo de Ulises Ruiz y el magisterio disidente podría abrir el paso a Alejandro Murat.

Eso sí, de conseguir la candidatura, Murat no la tendría fácil. En la oposición hay otro ex gobernador haciendo campaña: Diódoro Carrasco.

Según se ha dicho, Carrasco habría pactado una alianza con el PRD y sumaría su capital político al senador Benjamín Robles, quien encabezaría al bloque opositor.

Eso sí, como en política nada es gratis, el precio de la alianza en Oaxaca sería una alianza similar en Puebla. Sólo que, en este caso, el candidato sería del PAN.

Reacomodos en Quintana Roo, ¿Otro Joaquín a la gubernatura?

Hace días, el subsecretario de Turismo Carlos Joaquín González anunció su renuncia al cargo. Según dijo, en los primeros días de 2016 regresará a su natal Quintana Roo para “asumirse como conductor del nuevo rumbo” del estado.

Dicen los que saben que el medio hermano del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwell, parece decidido a buscar la candidatura del PRI al gobierno de su estado.

Sin embargo, no sobra recordar que, según se ha dicho, Carlos Joaquín no cuenta con las simpatías del gobernador Roberto Borge. De hecho, se sabe de una antigua pelea entre las familias Joaquín y Borge.

Acaso por eso, muchos ven a Carlos Joaquín como el caballo negro. Ya que, a pesar de no tener el favor del gobierno estatal, tendría el respaldo del gobierno federal; ya de la secretaría de Turismo, ya de su medio hermano, el también secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Lo curioso, sin embargo, es que los sondeos más recientes no son favorables para Joaquín González.

A inicios de diciembre, una encuesta de El Universal dejó ver que el PRI sigue siendo la fuerza dominante en Quintana Roo. De hecho, la diferencia entre el tricolor y el segundo lugar —el PAN—, es de tres votos por uno.

Sin embargo, los políticos más reconocidos son, en ese orden:

Uno. Mauricio Góngora Escalante. Alcalde de Solidaridad, Playa del Carmen.

Dos. José Luis “Chanito” Toledo Medina. Diputado federal. Es visto como el delfín del gobernador Roberto Borge.

Y tres. Carlos Joaquín González.

Zacatecas, ¿crónica de una derrota tricolor?

Con la información que se tiene en este momento, todo indica que el PRI tendrá severos problemas para mantener el gobierno de Zacatecas.

Por un lado, el gobernador en funciones –el priista Miguel Alonso Reyes–, no destacó por su eficiencia en el cargo. Para muchos, el tricolor arrastra más deudas que logros.

Pero hay más. Uno de los priistas más aventajados en la contienda renunció al partido y se fue con la competencia.

El fin de semana pasado, Pedro de León Mojarro –quien, por cierto, es cuñado del gobernador–, abandonó al PRI y fue presentado como posible candidato de la alianza entre el PAN y el PRD rumbo al gobierno estatal.

La salida de Mojarro –quien se desempeñó como coordinador de delegados de la Sedesol–, no sólo arrebató al PRI uno de sus cuadros más sólidos al interior de Zacatecas; además dejó el camino libre para el segundo político más aventajado en la carrera por la candidatura a gobernador: el senador Alejandro Tello.

Según se sabe, Tello sería el delfín del gobernador Miguel Alonso. De hecho, fue su secretario de Finanzas en los primeros años de la administración. No obstante, los tricolores tendrán que enfrentar a uno de los suyos en la contienda electoral. Y no sobra recordar que en 2011, políticos como Mario López Valdez, Gabino Cué y Ángel Aguirre –todos ex priistas–, derrotaron al que fuera su partido y ganaron los gobiernos locales para el PAN y el PRD.

Pero la historia no termina aquí. A pesar de la alianza entre el PAN y el PRD, dicen los enterados que en Zacatecas, el enemigo a vencer se llama Morena.

Y es que en aquella entidad, la familia Monreal es una de las más acaudaladas tanto económica como políticamente.

Por lo anterior, no sería extraño que el senador David Monreal –hermano del jefe delegacional Ricardo Monreal–, se convierta en el candidato de Morena al gobierno de Zacatecas.

A David Monreal lo respaldaría el apellido, la imagen de Obrador y, dicen algunos, las finanzas de la delegación Cuauhtémoc, donde gobierna su hermano. Es así que ya se  especula que Zacatecas podría ser el primer gobierno estatal de Morena.

Al botepronto, la elección de gobernador en aquella entidad parece dividida en tercios. Por un lado, el gobierno priista y su delfín Alejandro Tello; en el otro la alianza entre el PAN y el PRD que estaría encabezada por un ex priista; finalmente, la eventual candidatura de David Monreal desde las filas de Morena. A todas luces, un escenario complicado y un fenómeno político que aquí seguiremos de cerca.

Diario de Colima; no entiende que no entiende

A finales de octubre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la federación anuló la elección de gobernador en Colima. Según se dijo, el gobierno del estado habría metido la mano para favorecer la candidatura del priista Ignacio Peralta.

Sin embargo, las irregularidades de la elección no se limitaron a un gobernador que no supo guardar las formas y respetar procesos.

De acuerdo con el proyecto de impugnación que promovió el Partido Acción Nacional, además de la intervención estatal, en Colima se vivió una campaña desigual en otros ámbitos. Uno de ellos, la prensa.

Probablemente sepa que en Colima, los dos periódicos de mayor circulación son el Diario de Colima y El Mundo desde Colima. Ambos pertenecen a la familia Sánchez de la Madrid. El primer medio –el Diario–, está en manos de Héctor Sánchez de la Madrid. El segundo, El Mundo desde Colima, tiene a su cargo a Manuel Sánchez de la Madrid. Es decir, que los hermanos Sánchez de la Madrid tienen el control de los medios más populares en Colima.

Pero hay más. Resulta que el candidato del PRI –Ignacio Peralta Sánchez–, es nieto del fundador del Diario de Colima y sobrino de los directores tanto del Diario como de El Mundo desde Colima. O si lo prefiere, que los dos periódicos de mayor circulación en la entidad estarían directamente vinculados con el abanderado del PRI.

Y aunque nadie podría recriminar que un político tenga parientes en los medios de comunicación, lo cierto es que existen evidencias de que tanto el Diario como el Mundo han jugado del lado de Peralta.

En la primera elección –la misma que fue anulada por el Tribunal Electoral–, el Diario de Colima publicó 297 notas positivas sobre el candidato del PRI, Ignacio Peralta. Además, aparecieron dos publicaciones negativas y ninguna considerada como neutra. En el otro extremo, durante el mismo proceso, el Diario de Colima publicó 18 notas positivas sobre Jorge Luis Preciado, 27 negativas y 116 neutras.

A su vez, El Mundo desde Colima arrojó 161 notas a favor de Nacho Peralta, ninguna negativa y 11 neutras. Mientras que –en el mismo diario– se contaron 31 textos positivos sobre Preciado, tres negativos y nueve neutros.

De igual forma, a lo largo del proceso electoral ordinario se publicaron 11 trabajos que decían ser periodísticos pero, en realidad, eran textos proselitistas a favor de Peralta. Mientras que, en el otro extremo, ninguno de los medios realizó una cobertura de los eventos especiales de Jorge Luis Preciado.

Quizá lo más cuestionable del caso es que a pesar de que en la primera elección se denunció el trabajo parcial del Diario de Colima y de El Mundo desde Colima, en la reposición del proceso, el comportamiento de ambos medios ha sido el mismo.

En lo que va de campañas –poco menos de un mes–, el trabajo de ambos periódicos ha consistido en denostar la figura de Preciado y encumbrar a Peralta. Incluso se han identificado publicaciones y videos donde se hace burla de Preciado y se le acusa de aparecer ebrio en actos públicos.

Evidentemente, cada publicación es libre de elegir la línea editorial que mejor convenga a sus intereses. No obstante, es poco ético e irresponsable que los medios tomen partido y no lo comuniquen a sus lectores.

En cualquier parte del mundo, los medios tienen derecho de apoyar a un candidato. Sin embargo, también tienen la obligación de informar a sus lectores que simpatizan con tal o cual político. De lo contrario, los medios engañarían a sus seguidores; algo como lo que ocurre –justo ahora–, con los principales Diarios de Colima.

Jorge Luis Preciado, ¿de ilegal a gobernador?

Como ya hemos explicado, el 2016 será un año primordialmente electoral. Y aunque muchos tienen los ojos puestos en junio –fecha en que se renovarán 12 gobiernos estatales–, lo cierto es que la oleada de elecciones inicia mucho antes.

La primera elección del año tendrá lugar el 17 de enero y se llevará a cabo en Colima.

Es probable que recuerde que el Tribunal Electoral decidió anular la elección de gobernador de Colima. El motivo, según se dijo, fue la abierta intervención del gobierno estatal. Por eso, en los primeros días del 2016, los colimenses acudirán a las urnas para votar –una segunda ocasión–, por su futuro gobernador.

En esta segunda elección, los candidatos puntero son los mismos que en la primera edición: Ignacio Peralta por el PRI –quien ganó en la elección original–, y Jorge Luis Preciado del lado de Acción Nacional.

Y aunque ambos políticos persiguen el mismo objetivo –el gobierno de Colima–, lo cierto es que no podrían ser más distintos.

Por un lado, Ignacio Peralta es un hombre que salió de la alta burocracia. Antes de convertirse en candidato a gobernador era subsecretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal. Una de las encomiendas de Peralta fue coordinar la entrega de televisores en el marco del apagón analógico.

Previo a ocupar el cargo en la SCT, Peralta colaboró en el gobierno de transición de Enrique Peña. Desde entonces –e incluso antes–, el colimense fue uno de los hombres más cercanos a Luis Videgaray, el secretario de Hacienda.

En ambos procesos –la elección original y la reposición–, Peralta hizo campaña con el apoyo del gobierno estatal e incluso con el respaldo de la federación. Además, tuvo de su lado a la prensa local pues –como aquí publicamos hace meses–, Ignacio Peralta mantiene una línea de parentesco directa con la directiva del Diario de Colima, acaso el más influyente en aquel estado.

En el otro extremo, Jorge Luis Preciado es un hombre que ejemplifica la cultura del esfuerzo. En uno de los spots que utiliza durante su campaña, Preciado explica cómo –de joven–, tuvo que cruzar la frontera norte de forma ilegal.

El ahora senador con licencia también cuenta cómo vivió en un puente durante semanas y relata cómo es que fue de trabajador ilegal a empresario, a senador y ahora pretende gobernar Colima.

Las trayectorias y orígenes de Preciado y Peralta son dos caras de una misma moneda. El priista ha operado con todo a su favor; el panista ha picado piedra y navegado contra corriente.

Basta recordar que al inicio de la primera campaña para gobernador, Preciado inició 20 puntos debajo de su contrincante. No obstante, el día de las elecciones, el panista se quedó a 500 votos del primer lugar. Es decir, logró remontar de una diferencia de votos que parecía insuperable.

Jorge Luis Preciado, con el gobierno en contra, los medios jugando abiertamente para su contrincante e incluso el descuido de su propio partido –el PAN–, ha dado una feroz batalla que pronto –en 17 días–, llegará a su final.

Cierto, las irregularidades y trampas han sido constantes en ambos bandos. Aun así, las trayectorias, los apoyos y las batallas que ha librado cada uno de los punteros son completamente distintas. Por un lado, la facilidad y la ruta corta; por el otro, la cultura del esfuerzo y la lucha de una guerra que, en un principio, parecía perdida.

¿Qué harán con los policías reprobados?

Este miércoles se confirmó que los cuerpos de policía de todos los estados concluyeron las pruebas de confianza. Es decir, que ya existen evidencias para conocer el grado de honestidad –o deshonestidad– de cada agente mexicano.

El resultado, según se sabe, es poco alentador. De 337 mil 209 uniformados que trabajan en el país, 45 mil 516 reprobaron la evaluación. Es decir, el 13.49 por ciento del total.

En Sinaloa, por ejemplo, el 50 por ciento de los policías reprobaron los exámenes. En Veracruz,el 63 por ciento; en Baja California Sur, el 65 por ciento; en Sonora el 71 por ciento; en Nayarit el 72 por ciento; en Guerrero el 73 por ciento; en Michoacán el 75 por ciento; en Morelos el 75 por ciento; y en Quintana Roo el 77 por ciento

De hecho, la entidad con los mejores resultados fue Campeche. Ahí aprobó el 99 por ciento de los policías. De igual manera, en el estado de México y el Distrito Federal aprobaron el 96 y el 98 por ciento, respectivamente.

Al respecto, no está de más recordar que de acuerdo con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, los policías reprobados tendrán que separarse del cargo.

Y tampoco sobra traer a cuenta que hace meses, el mismo Osorio recordó que “los administradores estatales –los gobernadores– tienen que hacer su parte, comprometerse y darle resultados a la población que gobiernan. No puede ser un trabajo sólo del Gobierno de la República”.

Es decir, que mientras el gobierno federal exige que los mandos estatales hagan su parte en materia de seguridad, también demanda que se despida a los policías deshonestos. Esta labor, por donde se vea, resulta contradictoria en más de un estado. Y es que –según las cifras–, hay entidades donde sería necesario despedir a cuatro de cada cinco policías.

Por eso, es importante reconocer la labor de los gobiernos estatales; es relevante aplaudir que finalmente se concluya el proceso de evaluación de las policías y es necesario celebrar el cumplimiento de la aplicación de pruebas de confianza, uno de los puntos básicos en materia de seguridad.

No obstante, también es importante, relevante y necesario preguntar, ¿cómo harán su parte los estados que perderán a más de la mitad de sus policías? Y quizá más importante, relevante y necesario es cuestionar, ¿qué pasará con los agentes despedidos? ¿acaso enviarán a la calle a personal entrenado en el manejo de armas de fuego y que, además, conoce los protocolos de seguridad del Estado mexicano?

Zacatecas. ¿El primer gobierno de Morena?

Garganta Profunda  sabe que Zacatecas podría convertirse en el primer gobierno estatal de Morena. Pero, ¿cómo es que el partido de López Obrador se echaría a la bolsa al electorado de aquella entidad? Hagamos un recuento. Durante semanas, la pugna por la candidatura del PRI al gobierno de Zacatecas se concentró en dos personajes: El primero, Pedro de León Mojarro, cuñado del gobernador Miguel Alonso Reyes. Y aunque algunos lo vieron como el político más aventajado, hace días, de León Mojarro renunció a su militancia tricolor y fue presentado como posible candidato de la alianza entre el PRD y el PAN al gobierno de aquel estado. Todo indica que este reacomodo dejaría el camino libre al segundo priista en contienda: el senador priista Alejandro Tello, quien fue secretario de Finanzas de la administración saliente. Sin embargo, como ya se dijo, en Zacatecas el principal adversario del PRI no serían el PAN o el PRD –a pesar de que vayan en alianza–; en realidad, la disputa sería con Morena. ¿Por qué? Porque todo apunta a que el senador David Monreal —hermano de Ricardo Monreal, ex gobernador priista de Zacatecas y actual delegado por Morena en la Cuauhtémoc, en el Distrito Federal—, tiene toda la estructura para garantizar el triunfo. Se dice que en Zacatecas los Monreal son una de las familias más acaudaladas del estado. No obstante, la fortuna de los Monreal va más allá del dinero, ellos también concentran el poder. Por eso, el priismo podría tener complicaciones graves en la elección del próximo cinco de junio. El Revolucionario Institucional no sólo enfrentará a la dinastía Monreal, también tendrá que contener a uno de los suyos, a un priista desertor.

Oaxaca. Pleito entre ex gobernadores.

De acuerdo con las encuestas más recientes, el priismo aventaja a la oposición en la pugna por el gobierno estatal. Garganta sabe que poco menos del 40 por ciento de los oaxaqueños siguen indecisos. No obstante, entre los que ya definieron su voto, el 19 por ciento votaría por el PRI, el 7 por el PRD y poco más del 6 por ciento por el PAN y por Morena. No obstante, como en todo proceso electoral, no hay nada escrito. Y es que entre los priistas existen varios perfiles con las posibilidades y la ambición para buscar el gobierno de Oaxaca. En primer lugar, el más adelantado en las encuestas es el senador Eviel Pérez Magaña. Ex secretario de obras durante el gobierno de Ulises Ruiz. En segundo lugar, el ahora ex titular del Infonavit, Alejandro Murat, hijo del ex gobernador José Murat. No obstante, a Garganta Profunda le explicaron que, aunque las simpatías estarían del lado de Pérez Magaña, el tacto político se inclina hacia Murat. ¿por qué? Por una razón elemental: la CNTE. Hoy día, la coordinadora nacional de trabajadores de la educación es un factor decisivo. En consecuencia, la enemistad entre el grupo de Ulises Ruiz y el magisterio disidente podría abrir el paso a Alejandro Murat. Eso sí, de conseguir la candidatura, Murat no la tendría fácil. En la oposición hay otro ex gobernador haciendo campaña: Diódoro Carrasco. Este hombre habría pactado una alianza con el PRD y sumaría su capital político al del senador Benjamín Robles, quien encabezaría ese bloque opositor. No obstante, como en política nada es gratis, el precio de la alianza en Oaxaca sería una alianza similar en Puebla. Sólo que, en este caso, el candidato sería del pan.

Tlaxcala, ¿otro gobierno de alianza?

Garganta Profunda supo de varios hombres y mujeres que perseguían la candidatura del PRI al gobierno de Tlaxcala. El nombre más recurrente es el de Anabel Ávalos, delegada de la Sedesol en el estado. No obstante, también sonaron Marco Antonio Mena, presidente local del PRI y el diputado federal Ricardo García Portilla, quien sería el delfín del gobernador Mariano Zarur y el favorito de Ivonne Pacheco, ex gobernadora de Yucatán y ex secretaria nacional del PRI. Se dice que Anabell Ávalos, desde la Sedesol, supo sacar provecho de la entrega de televisiones –como parte del plan previo al “apagón analógico”–; además, se rumora que Ávalos tendría el respaldo del ex gobernador de Puebla, Mario Marín “el gober precioso”. Por su parte, el presidente local del PRI, Marco Antonio Mena, también juega en la sucesión. Según se dice, Mena tendría una relación cercana con el gobernador Mariano Zarur, pero no así con las bases priistas, a las que disgusta su eventual candidatura. Finalmente, Ricardo García Portilla cuenta entre sus apoyos con el del actual gobernador y con el del ex presidente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, quien lo calificó como “el cuadro político de mayor crecimiento en Tlaxcala”. Sin embargo, Tlaxcala sería otro estado donde los perredistas y panistas podrían ir en alianza.  Y aunque este bloque no está confirmado, lo cierto es que dos senadores persiguen el puesto. Por el PRD, la senadora Lorena Cuéllar Cisneros. Por el PAN,  Adriana Dávila.

Durango, el primero con candidato

El priismo de Durango madrugó al resto. Esta entidad fue la primera en elegir su candidato a gobernador. El abanderado del PRI será el alcalde capitalino y delfín del gobernador, Esteban Villegas. En el camino se quedó la senadora Leticia Herrera Ale, cuya candidatura no era bien vista por el gobernador de la entidad, Jorge Herrera Caldera. Garganta sabe, además, que Esteban Villegas tendría que enfrentar la alianza PAN-PRD, que seguramente estará encabezada por el senador expriísta José Rosas Aispuro. No está de más señalar que el candidato del PRI, Esteban Villegas Villarreal, fue miembro y consejero del frente juvenil revolucionario, secretario de gestión social, secretario general de la CNOP y, finalmente, presidente estatal del partido. En 2007, Villegas fue electo como diputado local, curul que nunca ocupó, pues en ese mismo año fue llamado a dirigir al tricolor duranguense. Más tarde, en 2012, el priista se unió al gabinete del gobernador Herrera –como secretario de salud– y desde ahí –con el apoyo del ejecutivo local– Esteban Villegas saltó a la alcaldía de Durango capital.

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