¿A cambio de qué el gobierno mexicano aceptó que nuestro territorio se convierta una vez más en el patio trasero de Estados Unidos?
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador aceptó que se vuelva a poner en marcha el programa conocido como Quédate en México, mediante el cual se obliga a los migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos a permanecer en nuestro país mientras se define su situación.
Esto deja a nuestro país en una suerte de patio trasero o sala de espera de Estados Unidos, para que las decenas de miles de migrantes que solicitan asilo en el país vecino del norte permanezcan aquí y no “estorben” en suelo estadounidense mientras las cortes de allá revisan los casos.
Este programa, conocido oficialmente como Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), fue instaurado en enero del 2019 por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la anuencia de su similar de México, Andrés Manuel López Obrador.
Dos años después, el MPP fue suspendido por el actual presidente estadounidense, Joe Biden, pero el asunto llegó al Poder Judicial y el pasado mes de agosto, un juez federal con sede en el estado de Texas ordenó la reposición del programa.
Entonces la administración de Biden inició negociaciones con el gobierno mexicano, el cual aceptó ayer volver a fungir como patio trasero, según la Secretaría de Relaciones Exteriores, “por razones humanitarias”.
Ahora ya sabemos de qué hablaron en privado el pasado 18 de noviembre los presidentes Biden y López Obrador. Y por qué ambos aparecían tan sonrientes ante los medios.
Ahora sabemos por qué el gobierno de Biden ha manifestado tanta voluntad para respaldar la extensión del programa Sembrando Vida hacia Centroamérica, a pesar de las evidencias de la corrupción que lo rodea.
Y sabemos también por qué Biden dejó pasar las muestras de apoyo que López Obrador dio a los dictadores de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Venezuela, Nicolás Maduro, durante las fiestas patrias del pasado mes de septiembre.
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A Biden no le convenía generar tensiones con López Obrador, pues estaban en marcha las negociaciones para que nuestro país prestara nuevamente su territorio como antesala para decenas de miles de migrantes y así cumplir con lo ordenado por el juez de Texas.
El programa ‘Quédate en México’ ha sido criticado por organizaciones de la sociedad civil por el hecho de que los migrantes que esperan aquí lo hacen en condiciones de hacinamiento y de privación de su libertad.
Prestar nuestro territorio a Estados Unidos para que lo use como patio trasero es ignominioso y violatorio de los derechos humanos. Pero para López Obrador bien valía la pena acatar la petición de Biden, a cambio de su apoyo a Sembrando Vida.
OFF THE RECORD
**NO CABÍA MONREAL
El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, decidió de último momento no acudir al mitin de campaña de López Obrador de ayer en el Zócalo, simplemente porque no cabía ahí.
En el templete hubo lugar para la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y para el canciller Marcelo Ebrard, pero no lo había para Monreal.
No había espacio para Monreal en el Zócalo, como no lo habrá tampoco en la boleta electoral.
**”AGARREN TANTITO”
Vaya balconeada la que le dieron al delegado de Morena en Veracruz, Esteban Ramírez Zepeta, quien pidió a los alcaldes electos de su partido que “agarren tantito de los ahorros” para trasladar a militantes del partido al AMLOFest de ayer.
Pero nadie le hizo caso porque, según el presidente López Obrador, todos los asistentes al mitin “llegaron por su propio pie”.
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