La refinería de Dos Bocas no deja de sacar a luz escándalos de aparente corrupción. Pues en esta ocasión, Jorge Arganis Díaz de Leal, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), otorgó un contrato para dicho megaproyecto a una firma que se puede calificar como “cuestionable”.
Sí, el pasado 24 de mayo 2019, el funcionario cedió un contrato por casi cinco mil millones de pesos para la reparación y retiro de materiales en el predio del megaproyecto a una compañía que se formó en siete días y está ligada a los gobernadores de Tabasco, Miguel Gurria Ordoñez y Roberto Madrazo.
Cabe recordar que dicha licitación la consiguió el consorcio liderado por la empresa de los Países Bajos Van Oord, esto cuando Díaz Leal fungió como director general de PTI Infraestructura de Desarrollo, mismo colectivo en el que participo Grupo Huerta Madre, organización mexicana que apenas se constituyo el 17 de mayo del año pasado, solo siete días antes de la adjudicación del concurso.
Lo que llama la atención, es que esta empresa pertenece a Manuel Santadreu Hernández, quien es primo político de los exgobernadores Manuel Gurríu Ordóñez y Roberto Madrazo.
Odórdoñez fue mandatario interino de la entidad entre 1992 y 1994; mientras que Madrazo Pintado hizo lo mismo de 1995 a 1999; sin dejar de mencionar que fue presidente del PRI y excandidato presidencial en 2006.
Respecto a los acuerdo otorgados, el consorcio que integran Van Oord de México, Van Oord Dredging and Marine Contractors y Grupo Huerta Madre obtuvo la licitación después de presentar una propuesta de cuatro mil 968 millones de pesos.
Cabe señalar que el consorcio de Van Oord y Grupo Huerta Madre consiguió una calificación perfecta en la evaluación comercial, técnica y económica de la propuesta.
Dicha convocatoria es parte del proyecto faraónico del presidente Andrés Manuel López Obrador, mismo que correspondió a una invitación restringida que se publicó el 19 de marzo de 2019 para la “Conformación de Plataformas para el Proyecto de Nueva Refinería en Dos Bocas”.
Aunado en lo anterior, y con base datos de la licitación, el consorcio que ganó cuenta con un plazo de 300 días naturales para la ejecución de la obra.
Al parecer el nepotismo y corrupción no está exento de una “Cuarta Transformación”.
Con información de Milenio
