Resulta curioso que a 11 días de que en Oaxaca inicie el plazo para el registro de candidatos a la gubernatura del estado, la Comisión de la Verdad dé a conocer su informe “Ya sabemos, no más impunidad”.
Resulta curioso que en el umbral del proceso electoral –donde se enfrentarán los grupos de los ex gobernadores José Murat y Ulises Ruiz–, la comisión de la verdad acuse a Ruiz de desapariciones forzadas, tortura y crímenes de lesa humanidad en 2006 y 2007.
Resulta curioso, además, que a casi cuatro meses de que se celebren los comicios en Oaxaca –y en otros 11 estados–, la comisión de la verdad exija la comparecencia de 68 funcionarios, incluyendo al ex presidente Vicente Fox.
Y resulta curioso que, queriendo o no, la comisión de la verdad parece hacer el trabajo sucio de aquellos que con intereses políticos en la elección de gobernador de Oaxaca.
Como seguramente recuerda, luego de las movilizaciones violentas de la APPO –durante el gobierno de Ulises Ruiz–, se diseñó una operación cicatriz que incluyó, entre otras medidas, la construcción de una comisión de la verdad que colaboraría en la investigación y la resolución de una de las etapas más oscuras en la historia reciente de Oaxaca.
Sin embargo, como aquí publicamos el pasado 22 de noviembre –cuando la comisión de la verdad presentó su primer informe–, todo indica que esta comisión tratará de incidir en el proceso electoral.
Y hoy, con las acusaciones en contra de Ulises Ruiz –a semanas de la elección de gobernador–, el tiempo parece darnos la razón.
