Cerca de 20 padres de familia y alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa tomaron las casetas de peaje de La Venta y Palo Blanco, en Guerrero, donde piden una aportación voluntaria a los automovilistas para permitirles el paso.
La mayoría de ellos tiene el rostro cubierto y se encuentran en cada uno de los carriles de la caseta; hasta el momento no lanzan consignas. De acuerdo con un volante que dan a los conductores, manifiestan que hay cuatro caminos “imprescindibles” para llegar a la verdad y justicia en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El primero de ellos es que se abra una investigación exhaustiva contra efectivos del Ejército del 27 Batallón de Infantería, ya que hay “pruebas que no han sido aportadas a la investigación, además de que operaron el C4”. El segundo tiene que ver con Huitzuco, ya que presuntamente policías de ese municipio participaron en los hechos ocurridos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
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Además de que los resultados del análisis de la entonces Procuraduría General de la República a los teléfonos celulares asegurados, entre ellos algunos de los estudiantes desaparecidos, aseguran, no han sido entregados a los familiares de los normalistas.
Exigen también avanzar en la línea de investigación relacionada con el móvil de la agresión a los estudiantes vinculado con el trasiego de droga del grupo criminal Guerreros Unidos a través de autobuses de Iguala a Chicago.
Con información de Milenio
