El secuestro y asesinato del estudiante de la Universidad del Pedregal, Norberto Ronquillo, causó indignación entre los habitantes de la capital del país, sobretodo porque familiares y amigos sospechan que las autoridades no cumplieron con los protocolos necesarios para un plagio como este.
Una de las teorías que entregó la fiscal general, Ernestina Godoy, fue que el joven había sido asesinado el mismo día en el que fue desaparecido, sospechas que fueron desmentidas por el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) quienes confirmaron que Norberto permaneció secuestrado durante 4 días para ser asesinado posteriormente.
Según sus informes, la Incifo descubrió que el estudiante tenía muestras de violencia, la nariz fracturada y murió por asfixia, informe que refuta completamente las suposiciones de Godoy.
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De igual forma, la fiscal comentó que algún conocido podría ser el responsable de la muerte de Norberto pues conocían las posibilidades económicas del joven, aunque no se tienen más indicios de ello.