Entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el más honesto y el que dice no ser como los de antes, surgieron de la nada 171 empresas para convertirse en proveedoras gubernamentales.
Una investigación desarrollada por Quinto Elemento Lab, citada a su vez por la revista Proceso, encontró que en el primer año del gobierno obradorista, estas empresas recibieron a través de transferencias económicas un monto global de 366 millones de pesos, por parte de 92 dependencias de la actual administración.
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En total, estas compañías recibieron 561 contratos gubernamentales, los cuales siete de cada diez fueron adjudicados directamente por las dependencias, es decir, no había una convocatoria pública, de acuerdo con una revisión en la base de datos de Compranet.
La investigación dice que 398 (71%) fueron asignados por adjudicación directa; 92 (16%) bajo el sistema de invitación a tres personas, y sólo 71 (13%) de ellos fue concursado bajo un proceso de licitación pública.
Quinto Elemento Lab detectó que la fecha de creación de estas compañías se dio un poquito antes de que empezará el gobierno de López y los contratos se empezaron a otorgar durante todo el primer año de la administración de la Cuarta Transformación.
¿Esto también es culpa de gobierno anteriores? ¿Culpa del Neoliberalismo?
