¿No que no? Sí los quemaron

El jueves 31 de marzo, el vocero del Grupo de Expertos en Materia de Fuego –integrado por peritos internacionales seleccionados por la PGR–, entregó a la Procuraduría los resultados del tercer peritaje efectuado en el basurero de Cocula. El motivo de este análisis fue determinar si los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa –desaparecidos en septiembre de 2014– fueron incinerados en el lugar.

Tanto la PGR como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) estuvieron presentes cuando se hicieron públicas las conclusiones. Es decir, cuando el grupo colegiado confirmó –con estudios científicos– que en el basurero de Cocula se incineraron, al menos, 17 cuerpos.

Y aunque muchos se dijeron sorprendidos con la revelación, lo cierto es que en nuestros espacios hemos defendido esta hipótesis durante meses.

En el Itinerario Político del 8 de septiembre de 2015, dijimos que si la autoridad mexicana daba entrada al informe del GIEI –que sugería que los normalistas no habían sido incinerados–, muchos confesos de haber participado en la masacre de Iguala –como el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda–, serían algo muy parecido a hermanas de la caridad. Es más, de considerar el trabajo del GIEI, el “horrible crimen de Estado” ameritaba la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto… pero no nos creyeron.

Asimismo,  en el Itinerario Político del 9 de septiembre cuestionamos que si los jóvenes no fueron incinerados, entonces ¿de dónde salió un hueso calcinado de Alexander Mora Venancio, identificado por expertos de Australia?

Además dijimos que el GIEI generó la convicción –sí, la convicción– de que los muchachos no fueron incinerados en el basurero de Cocula. O si lo prefiere, que promovían un informe científico basado en actos de fe.

A su vez, el portal Letra Roja también documentó –en septiembre del 2015–, que la calcinación de cuerpos –como los del caso Ayotzinapa– es posible. En su momento se explicó que, de acuerdo con científicos, la ropa funciona como mecha y la grasa corporal es el equivalente al combustible, por lo que con solo una llama de fuego, el cuerpo humano por sí solo puede consumirse.    

Seguimos con el recuento:

En el Itinerario Político del 17 de septiembre dijimos que un informe serio demostraría, tarde o temprano, que los expertos del GIEI no eran expertos, no eran independientes y mucho menos confiables. Incluso mencionamos que la Universidad de Innsbruk –en Austria–, reveló que luego de analizar restos carbonizados recuperados por la PGR en el basurero de Cocula, era posible confirmar la identidad del normalista Joshivani Guerrero de la Cruz.  

En el Itinerario Político del 20 de septiembre planteamos 100 preguntas. Entre ellas destaca: ¿Quién cree la verdad legal de Jesús Murillo? ¿Aceptaran la verdad lo que manipulan la tragedia?¿Por qué la opinión de un solo especialista en incinerar? ¿Por qué sin pruebas niegan incendio en el basurero de Cocula?

En el Itinerario Político del 10 de octubre, insistimos en que a los normalistas los había secuestrado la policía de Iguala, los habían entregado a los Guerreros Unidos quienes; los mataron, los incineraron y los tiraron los restos al río San Juan.

Es más, el 11 de febrero de 2016 dijimos que con el “albazo” del Equipo Argentino de Antropología Forense –quienes presentaron su informe improvisado e incompleto en los previos a la visita del Papa Francisco–; los argentinos y el GIEI trataban de curarse en salud pues sabían que un peritaje serio –como el que se presentó este viernes– los dejaría en ridículo.

¿No que no?