¿No que no? Capturar a “El Marro” es prioridad para Obrador

Fuerzas de seguridad iniciaron un fuerte operativo en la comunidad de Santa Rosa de Lima para dar captura a este capo del huachicoleo.

“Oficialmente ya no hay guerra” aseguró el presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien sostuvo que “la función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública, ya no la estrategia de los operativos para detener a capos. Lo que buscamos es que haya seguridad”, dijo el mandatario en una de sus conferencias matutinas.

Sin embargo, el pasado miércoles, el mandatario habló del plan conjunto de Fuerzas Federales y de Seguridad del estado de Guanajuato para capturar a José Antonio Yépez, “El Marro”, líder del robo de combustible en la región y del cártel Santa Rosa de Lima.

“Hay un operativo del Gobierno de Guanajuato, apoyado por el Gobierno Federal, y siguiendo todos los procedimientos legales de la Fiscalía General de la República (FGR)”, dijo el mandatario.

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Desde el lunes, fuerzas de seguridad iniciaron un fuerte operativo en la comunidad de Santa Rosa de Lima para dar captura a este capo del huachicoleo. Que como bien menciona el analista de seguridad, Alejandro Hope, esta captura sería un buen golpe para la actual administración.

No obstante, “el esfuerzo por capturar a Yépez, parece contradecir una afirmación de López Obrador sobre la persecusión de capos”. Y aunque muchos defienden que ese planteamiento se refería a los jefes del narcotráfico y no a líderes dedicados al robo de combustible; Hope argumenta que serían los mismos resultados.

  1. La captura o abatimiento del líder de una banda criminal genera disputas sucesorias entre los lugartenientes y conduce eventualmente a un proceso violento de fragmentación del grupo.
  2. La estrategia de descabezamiento produce un vació de poder que es aprovechado por otros grupos para intentar quedarse con las rentas criminales que controlaba la banda dejada sin líder. Eso puede derivar en una violenta disputa por el control del territorio.
  3. En el corto plazo, la captura o muerte de capos está asociada a un disparo en el número de homicidios.

Ante estos hechos, la pregunta es: ¿Hablaba en serio el presidente cuando dijo que la guerra contra los capos había terminado? ¿O simplemente ya se dio cuenta que capturarlos y castigarlos sí funciona para combatir la delincuencia?