¿No que no? ¡Ahí están los frutos de la Reforma Energética!

¿Así o más claro? Ahí están los frutos de la Reforma Energética.

Este miércoles se concretó la mayor licitación petrolera de todas las que se han hecho hasta el momento en nuestro país. Se adjudicaron 19 contratos para la exploración y extracción de petróleo y gas en aguas profundas del Golfo de México.

Las inversiones estimadas, superan en 1.5 veces la inversión que se había acumulado en todo el proceso de licitaciones previo.

A pesar de los detractores de la Reforma Energética, la Ronda 2.4 se realizó ayer con gran éxito. Se colocaron 19 de 29 bloques, es decir, más de 65 por ciento, cuando la Secretaría de Energía había anunciado que 25 por ciento sería considerado un buen resultado.

Y es que, la inversión comprometida en un principio para estos proyectos fue de 93 mil millones de dólares a lo largo de la vida de los contratos que van de 20 o 30 años, cuando en el acumulado de las rondas anteriores, el monto de inversión comprometido llegaba a 60 mil millones de dólares.

Así, la Reforma Energética, y las licitaciones que de ella han surgido, las debemos entender como instrumentos que incrementan la productividad y competitividad. Se debe borrar la idea –arraigada en los mexicanos con discursos populistas– de que la industria petrolera es el alma nacional.

Por supuesto que es importante y relevante, pero donde realmente se produce riqueza no es en el agotamiento de recursos: se produce cuando se hacen mejor las cosas que los demás quieren comprar. Un gran objetivo económico que se demostró de nueva cuenta, gracias a la Reforma Energética.

Cabe mencionar que, en caso de que la producción o los precios suban, una parte importante de la renta petrolera estará siendo captada por el Estado y pueden llevar a que el porcentaje de las utilidades alcancen hasta el 67 por ciento.

Todas esas utilidades, las obtendrá el Estado mexicano sin necesidad de arriesgarse en la inversión, que correrá a cargo de las empresas que ganaron licitaciones. Negocio redondo.

¿Así o más claro? Ahí están los frutos de la Reforma Energética.