El pasado 1 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que de 15 a 20 días se definiría la compra del avión presidencial; van cinco días de que venció el plazo, por lo que queda claro que, una vez más, el mandatario no cumple su palabra y miente, pues tampoco ha dado algún comentario al respecto.
Y es que durante su conferencia matutina de hace 25 días, López aseguró a la ciudadanía que “existe” un potencial comprador de la aeronave de lujo Boeing 787 Dreamliner, que de acuerdo a la ONU está valuado en 130 millones de dólares.
Cabe señalar que el TP-01 se mantiene desde el 3 de diciembre de 2018 en un aeropuerto en California, en Estados Unidos, pero Obrador resaltó que en caso de que no se concrete la venta, el avión regresaría al hangar presidencial, y además se mantendría la rifa para el 15 de septiembre en el que se van a repartir 100 premios de 20 millones de pesos cada uno.
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“A más tardar en 15 días, 20 días, porque pidieron un mes y ya ha transcurrido un tiempo, entonces ya se sabrá si se quedan con el avión, de todas maneras tanto lo que pague, el trato va a consistir en de acuerdo al avalúo pagarían la mitad en efectivo y la otra mitad en equipos médicos que vigilaría la ONU en cuanto a la calidad y al precio“, informó en aquella ocasión.
“Lo que den en efectivo también será para salud, y lo de la rifa lo mismo, de lo que se obtenga por la venta de los 3 millones de boletos, también es para equipo médico, porque vamos a reforzar todo el sistema médico”, agregó.
Faltan 3 meses para que se lleve a cabo la famosa rifa del avión presidencial… AMLO sigue en pie con sus promesas. Pero si no se llegara a vender la aeronave, ¿de dónde sacará el dinero? ¿En realidad se han vendido los 3 millones de boletos en plena crisis por el COVID-19? ¿Cuál será su pretexto?
