Según la perspectiva del gobierno obradorista y de sus seguidores, todo lo malo que aqueja al país ha sido producto de administraciones anteriores: corrupción, represión y amaños han sido los principales adjetivos que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha utilizado para describir a sus predecesores.
Sin embargo, “No es lo mismo ser borracho que cantinero” y ahora le toca al experredista responder por las decisiones que se toman en su periodo presidencial. Y es que tan sólo en los primeros ocho meses de gestión la administración morenista se ha destacado por aprobar leyes que ni los mismos priistas se atreverían.
La primera de ellas fue la famosa Ley Taibo, dicha ley fue específicamente modificada para que el escritor Paco Ignacio Taibo II pudiera asumir la titularidad del Fondo de Cultura Económica (FCE) siendo que éste organismo especificaba que su director debería ser mexicano de nacimiento, requisito que Taibo no cumple ya que es oriundo de España.
Posterior a ello arribó una de las reformas más descaradas de los últimos años, incluso violentando a la propia Constitución; se trata de la Ley Bonilla la cual, con dudosa aceptación, incrementa el tiempo en el que el gobernador electo Jaime Bonilla, casualmente morenista, permanecerá en el puesto 5 años, pese a que la ley antes y durante las elecciones estipulaba sólo 2 años.
Y, finalmente, la creación más reciente de a 4T fue bautizada por la oposición como la Ley Garrote, en ella se pretende castigar hasta con 20 años de cárcel y cerca de 100 mil pesos de multa a aquellos que se manifiesten en el estado de Tabasco, lugar en donde se desarrolla la construcción de la refinería de Dos Bocas y donde muchos vecinos locales han expresado su descontento.
¡Que se vayan al diablo con sus instituciones!
En el año 2006, Andrés Manuel López Obrador no respetó la voluntad del pueblo y organizó un plantón durante tres meses en Reforma, afectando la economía y violando los derechos de miles de mexicanos.
AMLO no cree en la Democracia. pic.twitter.com/jhw0Z9tA8t— Ricardo Villa Ayala (@ricardo3villa) July 30, 2019
Así es como los gobernantes de Morena buscan hacer de sus gobiernos más tranquilos, sin que nadie los moleste, incluso si se violan derechos humanos o a la propia Constitución Política.