Nadie impugnó el triunfo de AMLO

A dos días de que concluya el plazo, la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), informó que hasta la noche de este martes no se ha recibido algún aviso de impugnación contra el cómputo de la elección presidencial.

De acuerdo con la magistrada presidenta del TEPJF, Janine Otálora, lo anterior contrasta con el proceso anterior de 2012, que registró 400 juicios de este tipo y una solicitud de nulidad.

Hace seis años, tras el conteo rápido del entonces IFE, daba como ganador a Enrique Peña Nieto, por lo que los reflectores de inmediato giraron a “ya saben quién”. Andrés Manuel López Obrador declaró el 2 de julio del 2012 que impugnaría los comicios, debido a un número cuantioso de irregularidades en el proceso.

Días después, el tabasqueño dejó de insistir y no pasó a mayores como en 2006, cuando en la elección más cerrada de la historia de México, el vencedor resultó Felipe Calderón. El margen de diferencia fue de 250 mil votos a favor del panista. López Obrador solicitó el recuento “voto por voto, casilla por casilla”.

El oriundo de Macuspana logró que el TEPJF cotejará 9 por ciento de las actas, lo cual no cambió el resultado, por lo que Andrés Manuel y simpatizantes –¿por qué no?– decidieron cerrar Paseo de la Reforma en la Ciudad de México por seis meses.

Tras mandar “al diablo” a las instituciones del Estado, el fundador de Morena se proclamó Presidente legítimo el 16 de septiembre de aquel año ante miles de seguidores en la plancha del Zócalo capitalino.

Con el paso de los años –sobretodo la llegada de las campañas en 2012–, AMLO buscó cambiar la percepción negativa por su protesta y mostró una imagen más serena, con un proyecto que denominó “República Amorosa”.

Hoy, el término “mafia del poder” lleva dos semanas en desuso, los “complots” ya no existen y las instituciones son claro ejemplo de una “madurez democrática”, de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador.

Simplemente no hay alegatos, no hay fraudes, sólo “abrazos y no balazos”. Pues el “mesías” finalmente logró su triunfo presidencial tras una estrategia que le llevó 18 años de planeación.

¿Será que el mayor promotor de la desconfianza a las instituciones era precisamente el virtual presidente electo?