Este martes, Marina Sánchez González, de 49 años, falleció en el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa, Tabasco, después de que le suministraron heparina sódica en malas condiciones.
En ese sentido, Pemex informó que todavía permanecen 33 personas internadas por recibir medicamento contaminado durante tratamientos de hemodiálisis.
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Asimismo, uno de los afectados dejó terapia intensiva y otras siete pasaron a atención ambulatoria, pero no está comprometida su salud.
Las autoridades también señalaron que dos de los cinco pacientes, que aún se encuentran en terapia intensiva, han requerido mayor soporte médico vital. Mientras que el resto de las personas se están estables.
Debido a que cuatro personas han muerto por esta negligencia médica, familiares de los perjudicados ya prepara una demanda en contra de quien o quienes resulten responsables; incluso serán asesorados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Muchos lo han minimizado, pero éste es un enorme problema para Pemex y claro que los responsables deben responder ante los afectados, sus familiares y las autoridades.
Con información de Milenio
