Al parecer quien no tendrá un día de campo en la elección extraordinaria de gobernador de Puebla, es la presidenta del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Yeidckol Polevnsky y el aspirante a candidato, Miguel Barbosa.
Todo ello porque un gran número de militantes del instituto político piden que el proceso de selección del candidato a gobernador sea abierto a toda la militancia, ya que aclaran que en el partido no existe línea. Además de que el Senador Alejandro Armenta tiene el respaldo de los diputados federales del bloque Morena-PT-PES de la entidad.
Además surgió un grupo de militantes que apoyan a Armenta -quien tiene un pasado en el PRI, del cual fue expulsado en 2017-, quienes aseguran que el puede ser el candidato ganador de la vacante que dejó la fallecida Martha Érika Alonso.
Si a esto sumamos la negativa del ex alcalde de la capital poblana, Luis Banck Serrato, a ser candidato del Partido Acción Nacional (PAN); a Morena se le abre la puerta a la gubernatura.
Es por ello que a Polevnsky y a Barbosa no les conviene un proceso de selección abierto. Si no se realiza un proceso abierto, Morena puede perder de nuevo la elección.
Estamos ante una nueva rebelión silenciosa como la del 1 de julio, donde liderazgos dieron votos en la elección federal, ayuntamientos y congreso local a Morena, mientras la gubernatura se la daban al morenovallismo encarnado en Martha Érika Alonso.
