MORENA: LA CAÍDA

El resultado –aún preliminar– de las elecciones realizadas en Hidalgo y Coahuila el pasado domingo representa una severa caída del partido Morena, por muchas razones.

Es una caída porque Morena, el partido que tiene la Presidencia de la República y la mayoría relativa en el Congreso de la Unión, fue nulificado en los comicios del domingo por un muerto que no estaba tan muerto: el PRI.

Es una caída porque quedó demostrado que la fuerza aplanadora de Morena depende de su único ingrediente activo, que se llama Andrés Manuel López Obrador. Si este ingrediente no aparece en la boleta electoral, Morena se desploma.

También por el hecho de que este resultado podría ser una premonición de lo que ocurrirá en el proceso electoral 2021, en el que están en disputa 15 gubernaturas y 500 diputaciones federales, proceso que ya está en marcha.

Además, es una caída porque el abultado voto de castigo en Coahuila e Hidalgo demostró que hay molestia en amplios sectores de la sociedad por el rumbo que ha tomado el país en manos de la autodenominada “Cuarta Transformación”.

En la entrega del pasado 7 de agosto, titulada ¿Por qué Morena no quiere elecciones en octubre? decíamos que el partido del presidente se encaminaba a recibir un golpe de realidad durante las elecciones del 18 de octubre.

Desde esa fecha advertimos que Morena no estaba en condiciones de enfrentar las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo por varias razones, entre ellas por su falta de estructura partidista y por sus pugnas internas.

El tiempo nos dio la razón: el PRI obtuvo carro completo en las elecciones legislativas de Coahuila al ganar las 16 diputaciones de mayoría relativa en disputa y quedó como primera fuerza política en Hidalgo al obtener 32 presidencias municipales, entre ellas la joya de la corona: Pachuca.

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La caída del domingo confirma que la guerra civil que se libra en Morena por la dirigencia nacional evita que el partido enfrente cohesionado las contiendas electorales y ahuyenta a los votantes.

El líder máximo de Morena tendrá que reflexionar mucho sobre lo que le pasó a este partido el pasado domingo. La estrategia de intentar marear a la población todos los días desde Palacio Nacional con demagogia, linchamientos y frivolidades como la rifa del avión y la consulta para juzgar a ex presidentes, lo está alejando de los votantes.

Ese líder máximo se equivocó al pensar que los desplantes soberbios al manipular las cifras de la pandemia de COVID-19, al batear a los padres de niños con cáncer y al aprobar a rajatabla reformas en el Congreso, sin escuchar a las voces disidentes, no tendrían consecuencias.

OFF THE RECORD

**SALIÓ RESPONDÓN

Como era lógico, el presidente López Obrador invitó a Cuauhtémoc Cárdenas a la conmemoración del 59 aniversario luctuoso de su padre, el general Lázaro Cárdenas.

Lo que el presidente no esperaba era el mensaje que Cuauhtémoc le lanzó de frente: dijo que su padre siempre fue respetuoso de la oposición. Y más aún: que los principios de la Revolución se fortalecían respetando a esos opositores.

¿Así o más contundente?

**MARCHA ATRÁS A GASOLINAZO

De último momento, la Secretaría de Hacienda retiró de la iniciativa de Ley de Ingresos 2021 una propuesta de modificación del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), que implicaba nada más y nada menos que un gasolinazo.

La iniciativa contemplaba una cuota complementaria al IEPS en el ramo de las gasolinas, lo que llevaría a un incremento permanente del precio del combustible.

La SHCP decidió dar marcha atrás precisamente el día en que se concretó la gran caída electoral de Morena. ¿Coincidencia?

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