Abelina López Rodríguez, presidenta municipal electa de Acapulco, pidió a la actual administración que gestione un crédito de 200 millones de pesos para comprar camiones de basura y pipas de agua, con el argumento de que el municipio está “quebrado”.
El oficio girado por Abelina dejó muy mal parada a la alcaldesa saliente, Adela Román, a quien tácitamente acusó de que le heredará un municipio “quebrado” por la falta de recursos para prestar los servicios más básicos.
El problema es que ambas mujeres que se pasarán de mano en mano como estafeta la administración del municipio más importante de Guerrero, son de Morena.
Según la alcaldesa electa, el Ayuntamiento de Acapulco está en bancarrota porque debe más de 250 millones de pesos al SAT; necesita 300 millones de pesos para pagar los aguinaldos en diciembre próximo y tiene una deuda con la CFE de 730 millones de pesos.
El pasado 21 de agosto fue despedido el contralor municipal Francisco Torres Valdez, como represalia por haber dado a conocer los resultados de investigaciones que arrojaron un sinfín de irregularidades administrativas y desvío de recursos por varios millones de pesos.
Torres Valdez encontró malos manejos en el programa de recolección de basura y la existencia de por lo menos 300 aviadores, lo que había ocasionado un daño al erario municipal por cerca de 11 millones de pesos.
O sea que lo detectado hasta el momento por la alcaldesa electa podría ser solo la punta del iceberg de un cochinero que Morena le heredará…a Morena en Acapulco.