Jorge Romero Vázquez, diputado electo al Congreso de Guanajuato por el distrito 09, no acudió el pasado domingo a rendir protesta debido a que tiene en su contra una acusación por supuestamente haber violado a una mujer.
Lo relevante de este caso es que fue su propio partido, el PAN, el que le pidió a Romero Vázquez que no rindiera protesta como diputado y que enfrentara las acusaciones sin el fuero que le daría el ser legislador.
El dirigente estatal del PAN, Román Cifuentes Negrete, dijo a los medios que el partido le pidió al diputado electo no asumir el cargo para que éste “no fuera un impedimento para el desarrollo de la investigación”.
Ayer, Romero Vázquez fue vinculado a proceso penal y se le dictó prisión preventiva, debido a que el juez de la causa encontró elementos suficientes como para presumir que cometió el delito del que se le acusa.
Si Romero Vázquez hubiera rendido protesta el pasado domingo, se hubiera tenido que llevar a cabo todo un proceso de desafuero que hubiera retrasado la procuración e impartición de justicia durante muchos meses.
Esto se evitó gracias a que la dirigencia del PAN, en lugar de encubrir a uno de sus diputados, le pidió que afrontara las acusaciones sin investirse de fuero.
¿Y en Morena?
La contraparte la tenemos en Morena, en donde su ahora ex candidato al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, fue defendido a capa y espada desde Palacio Nacional por el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Salgado Macedonio fue mantenido en la candidatura a pesar de que pesan en su contra varias denuncias de mujeres que aseguran fueron violadas sexualmente por él.
Lejos de pedirle que enfrentara sus acusaciones, Salgado Macedonio fue protegido políticamente por Morena y actualmente tiene fuero como senador de la República.
Es el mismo caso del ex diputado Saúl Huerta Bautista, sorprendido momentos después de abusar sexualmente de un menor de edad y acusado de cometer el mismo delito en agravio de otros menores.
La primera reacción del coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, fue de defensa del imputado, al decir que no podía intervenir en algo que era parte de la vida personal de Huerta.
Posteriormente, la bancada de Morena en San Lázaro aplicó una serie de artimañas para retrasar el mayor tiempo posible el desafuero de Huerta, con la finalidad de que éste preparara mejor su defensa.
