Con el objetivo de supuestamente “pacificar el país”, el presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó a militarizar la seguridad pública.
Primero, envió una iniciativa al Congreso de la Unión para que la Guardia Nacional (GN), que fue concebida cómo una organización de seguridad civil, se integrará a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), bajo el pretexto de que “no se echara a perder” cómo supuestamente ocurrió con la Policía Federal.
Por otro lado, diputados del PRI y Morena avalaron una iniciativa para prolongar la participación del Ejército Mexicano en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
Esto mientras el Estado Mexicano trabaja para mejorar a las corporaciones de seguridad civil.
Sin embargo, el plan de la 4T para militarizar la seguridad pública está resultado ser un fracaso más de López Obrador.
Ya que la participación de los militares en tareas de seguridad pública no ha evitado que la ola de violencia, criminalidad e inseguridad siga subiendo; problema que hay que recordar que va empeorando ante la ineficiencia de la administración de AMLO.
Asimismo, esta estrategia no sólo compromete a los militares, quienes han sido humillados por los delincuentes; sino que también ha puesto en riesgo a la sociedad, ya que han incrementado las denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de los militares.
Este tema lo toca Leo Zuckermann en su columna “Sobre los militares inconformes”, en donde expone cómo los militares están confundidos por la “rara” estrategia de seguridad de López Obrador.
“El comandante supremo les ha ordenado tratar a los presuntos delincuentes con abrazos, no con balazos, algo para lo que no están entrenados”, señaló.
En ese sentido, apuntó que los militares están en un punto crítico ya que se les exige resultados, pero no pueden ejercer su poder.
“Me pides que intervenga para resolver el problema, pero no me dejas solucionarlo a mi manera. Las consecuencias son soldados muertos, heridos, mancillados en su dignidad o detenidos por haber abusado de su poder de fuego”, agregó.
Por último, recordó que la 4T empodera y fortalece cada vez más a los militares, quienes a su vez, asumen funciones de gobierno que deberían estar a cargo de civiles.
“Así que no nos sorprenda que aparezcan grupos de militares disidentes que abiertamente hagan política”, subrayó.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de Excélsior
MSA
