MILES DE MUERTOS: ¿CÓMO ANILLO AL DEDO?

El pasado viernes se cumplió un año de que el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la pandemia del virus Covid-19 “nos vino como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”.

Un año después de esa frase demagógica, tenemos 204 mil muertos según la cifra cotidiana de Hugo López-Gatell; aproximadamente 600 mil de acuerdo con especialistas; un año de rezago en la educación a nivel general por la insuficiencia de las clases en línea y una gran crisis económica y de empleo.

Esa frase de “como anillo al dedo” es un reflejo de la actitud que desde el inicio asumió el gobierno federal en torno a la pandemia del Covid-19, una actitud retórica y frívola que llevó a las autoridades a subestimar los riesgos y a enfrentar con ineficiencia los efectos.

Ese comportamiento lo demostró el presidente de la República desde el 27 de febrero del 2020, cuando todavía no se informaba oficialmente de muertos por Covid-19 en nuestro país, aunque ya se habían presentado defunciones desde enero.

Ese 27 de febrero, López Obrador dijo desde el púlpito de la mañanera que no había que exagerar por la ola de contagios que se veía venir; “tenemos que atender el asunto, pero no exagerar, sino prevenir; estamos preparados”.

Dijo ese día el presidente que se hablaba tan solo de dos mil 500 pérdidas de vidas humanas a nivel mundial por lo que, insistió, “no hay que exagerar.

Y sí, el presidente no exageraba. Se negó –como se sigue negando— a utilizar cubrebocas,  obligó a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a no suspender el festival Vive Latino, que congregó a decenas de miles de personas, y se negaba a suspender las clases presenciales.

Durante las primeras semanas de la llegada del virus a nuestro país el presidente mantuvo su discurso retórico y lleno de ligereza, cargado de frases como “esto es una crisis transitoria”, “es fundamental la fraternidad familiar”, “son mucho más nuestras fortalezas que nuestras debilidades o flaquezas”, y otras por el estilo.

Y mientras el jefe de gobierno y del Estado nos recetaba todos los días una buena dosis de demagogia en lugar de realizar pruebas masivas y seguimiento de casos,  los contagiados se multiplicaban, los hospitales se saturaban y decenas de miles morían en sus casas de “neumonía atípica”.

Fue tal la irresponsabilidad del presidente de la República, que el 2 de marzo del 2020 llamó a los ciudadanos a abrazarse; “miren, lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar; hay que abrazarse, no pasa nada, o sea, y así, o sea, nada de confrontación, de pleito”

Dos semanas después, el 13 de marzo, otra dosis de demagogia doctrinaria: “perdonemos, no odiemos, amémonos, llevemos a la práctica el amor al prójimo”.

Así llegamos al 19 de marzo, cuando la ligereza y la frivolidad alcanzaron su clímax en el momento en que el jefe de un Estado laico mostró en público una estampita religiosa que, dijo, “es mi guardaespaldas contra el coronavirus”.

Su famoso guardaespaldas no protegió ni a la sociedad ni al presidente, que terminó por contraer la enfermedad, al igual que su colaborador favorito, negacionista y frívolo como él, Hugo López-Gatell.

Pero la irresponsabilidad siguió. El 23 de marzo, López Obrador llamó a los ciudadanos a “no dejar de salir a las calles”, a “no espantarnos, no apanicarnos”. E invitó: “si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, pues sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes, a las fondas”.

Toda esa negligencia, toda esa demagogia, tanta irresponsabilidad, tuvo consecuencias. Si el gobierno hubiera actuado de manera seria y hubiera enfrentado de manera eficiente el fenómeno no estaríamos hablando ahorita de centenares de miles de muertos. ¿Cómo anillo al dedo? ¿En serio?

OFF THE RECORD

**BARTLET CONTAMINANTE

La Comisión Federal de Electricidad, dirigida por el emisario del pasado, Manuel Bartlett, se ha dedicado en lo que va de la actual administración, a contaminar el medio ambiente con el incremento en el uso de plantas que funcionan con combustóleo.

Algo así pero potenciado es lo que plantean las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica que fue enviada a la congeladora por varios jueces.

**VACUNAS DE AIRE

Todo un escándalo, la aplicación de una vacuna inexistente en la Ciudad de México, debido a que una enfermera picó a una persona con una jeringa vacía.

La jefa de Gobierno promete investigar, mientras que el presidente piensa que…¡ fue un montaje de los medios de comunicación!. 

Sin palabras.

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