¡MILENIO: DE NUEVO LA PRENSA VENDIDA!

Y es que ayer, igual que hoy, el tamaño de la censura que promueve AMLO, es del mismo tamaño del miedo que le provocan los votantes libres

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Especial

Aquí lo dije el 9 de mayo de 2018.

Dije que al exigir mi salida de todos los medios en los que publicaba mis opiniones críticas al poder –en Milenio, Televisa y muchos otros–, el eventual presidente advertía a los ciudadanos que viviríamos una dictadura.

Una tiranía sin libertad de expresión, basadas en la censura y en la verdad oficial, en donde no habría lugar para las voces críticas.

Es decir, que antes de que Morena y su candidato, López Obrador, ganaran la elección de julio de ese 2018, aquí advertí lo que vendría; una feroz persecución de Estado a los periodistas críticos.

Y es que ayer, igual que hoy, el tamaño de la censura que promueve AMLO, es del mismo tamaño del miedo que le provocan los votantes libres.  

En mayo de 2018 pocos quisieron ver la nueva realidad, otros regalaron el beneficio de la duda al locuaz candidato Obrador, en tanto que muchos jugaron el juego de la incredulidad, mientras los ingenuos llegaron al extremo de defender las pulsiones autoritarias del hoy “narco-presidente”.

Hoy, seis años después –el pasado viernes–, abandonó Milenio la conductora estelar, Azucena Uresti, a quien López difamó en no pocas ocasiones y quien incluso recibió amenazas de muerte por un cártel criminal.

Y no se requiere ser adivino para entender que, otra vez, los dueños de Milenio recurrieron a su habitual sumisión al poder, para salvar sus negocios. Y es que Milenio –diario y Televisión–, es sólo una palanca mediática para ganar el favor oficial y, con ello, mantener jugosos negocios de todo tipo.

Lo cuestionable, sin embargo, es que la familia González –dueños de Milenio–, llegaron a México huyendo de la dictadura de Franco, en España y hoy, una vez que han amasado una fortuna en todo tipo de negocios, se han vuelto obedientes ante el dictador López Obrador.

Pero también está claro que la salida de Azucena Uresti por presiones de Palacio no es la primera y no será la ultima. Más aún, Milenio emitió un comunicado oficial en el que señala que la conductora dejó su noticiero de televisión, de común acuerdo con la empresa, para encabezar una emisión de radio de alcance nacional. Presuntamente en Radio Fórmula.

Y si dudan que no será la primera y tampoco la última, hace semanas también salió de Televisa-Univisión el periodista León Krauze, luego de una exitosa cobertura de los estragos provocados en Acapulco por el huracán Otis.

Tiempo después y también de manera sorpresiva, se despidió el periodista Carlos González, conductor estelar de la televisora estatal Mexiquense Tv; una de las más exitosas televisoras del Estado mexicano y que hoy se ha convertido en un grosero instrumento de propaganda oficial.

Por eso, frente a la creciente censura oficial en tiempos electorales, la pregunta obliga: ¿Quién sigue? O peor aún: ¿Quiénes siguen?

Lo cierto es que los tiempos político electorales son, por excelencia, “tiempos de canallas” y a nadie debe asustar que la salida de Azucena Uresti de Milenio sirva, al mismo tiempo, para desplazar a otros periodistas de más peso, en otras frecuencias de radio y/televisión.

Y mientras se endurece día a día la censura desde Palacio, aquí un resumen del Itinerario Político del 9 de mayo de 2018, titulado: “¡Gracias…!”.

Así adelanté la dictadura que viviríamos con AMLO: “Sí, detrás del linchamiento en mi contra está la mano de Morena –lo he probado–, el partido más interesado en callar nuestra voz y la de todos quienes han advertido sobre el peligro que significa para la democracia la eventual llegada al poder de Morena.

“Lo preocupante del caso es que los incitadores al linchamiento en mi contra, son los mismos que se dicen de izquierda; aquellos que en los años 60, 70 y 80 cuestionaban –por ejemplo–, el golpe a Excélsior, a El Día; los que gritaban contra la “prensa vendida”; los que acusaban a los gobiernos de Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo, de represores, censores y violadores de la libertad de expresión, del derecho a disentir y a criticar.

“Y es que aquellos que lincharon a Ricardo Alemán, que pidieron su cabeza en la plaza pública, que a tuitazos exigieron su despido de Televisa, de Canal 11 y de Milenio, son los modernos Torquemada, los nuevos Díaz Ordaz, la versión moderna de Luis Echeverría…

“En el fondo, los que lincharon a Ricardo Alemán le avisan a todos los mexicanos lo que será el trato con los críticos en un gobierno de Morena; el que se atreva a disentir será linchado. Y desde hoy muchos ya les temen.

“Pero hoy pueden presionar para que me despidan de todos los medios posibles, pero en el fondo van contra las libertades fundamentales de todos los ciudadanos. No callan a Ricardo Alemán –al que no callarán–; cancelas las libertades y la democracia mexicana toda.

“Y si hoy me difamaron y calumniaron, si fueron capaces de un montaje monstruoso como el que hizo recular a Televisa y puso en peligro la marcha de Milenio –por las presiones de dentro y fuera–, mañana será cualquier otro crítico de Morena y pasado mañana será tal o cual medio, empresa o institución mediática. Las experiencias cubana y venezolana, entre otras, nada han enseñado.

“Y sí, hoy habrá fiesta en Morena, festejarán que Alemán pierde otro espacio gracias a su exitoso linchamiento, gracias a que desde el alba del nuevo gobierno empezó la persecución de los críticos y la aniquilación de la crítica.

“Fiesta en redacciones y entre colegas que brindarán por la victoria del odio y la intriga en los polarizados tiempos electorales.

“¡Sí, que siga la fiesta…! ¡Total, los carniceros de hoy serán las reses de mañana! Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)

En efecto, que nadie se sorprenda si en los días, semanas o meses por venir se intensifica la censura y el linchamiento mediatico contra los críticos de la dictadura de AMLO.

Y es que debemos insistir; el tamaño de la censura oficial es del mismo tamaño del miedo de López Obrador a los votantes libres.

Al tiempo.