En conferencia de prensa, Alicia Bárcena, secretaría de Relaciones Exteriores de México, informó que el gobierno federal le pidió a Estados Unidos la inmediata remoción del muro flotante que el gobernador republicano de Texas, Greg Abott mandó a poner en el Río Bravo.
La canciller mexicana informó que el gobierno federal envió una nota diplomática de queja, pues este muro flotante estaría violando el Tratado de Aguas de 1944 y el Tratado de Límites de 1970 si las boyas están en territorio mexicano.
Para poder comprobar la ubicación exacta de las boyas, la SRE envió una misión territorial a la Comisión Internacional de Limites de Aguas, para que puedan esclarecer la ubicación de este muro flotante, pues si están en territorio mexicano habría problemas.
A través de esta nota diplomática, México pidió el retiro y exigió que cualquier acción futura en el Río Bravo, deberá ser aprobada primero por la Comisión Internacional de Agua. Esta decisión tomada por el gobernador texano es parte de las duras medidas anti-inmigración que se aprobaron para reforzar la seguridad fronteriza.
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