México queda a deber en la COP26

Nos seguimos quedando cortos en el tema más importante para esta COP: la necesidad urgente de aumentar los compromisos nacionales de reducción de emisiones al 2030

México queda a deber en la COP26
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Andrés Flores Montalvo – Director de Cambio Climático y Energía en WRI México

La 26a Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la reunión más importante de los últimos cinco años para para respuesta a la emergencia climática global, se está quedando corta a días de haber comenzado. Y México, el decimosegundo mayor emisor del planeta, es uno de los países que está quedando a deber.

A diferencia de otras COP en las que el segmento de alto nivel se dejaba al final para cerrar ahí los temas políticos y resolver los asuntos en los que no se lograba un consenso entre los negociadores más técnicos, en esta ocasión la cumbre de líderes que se celebra del 1 al 12 de noviembre en Glasgow, Escocia, ocupó los dos primeros días de la agenda para marcar el tono y línea para los días de negociación que le siguieron.

Los jefes de Estado y de Gobierno de más de cien países estuvieron ahí, y en prácticamente todos sus discursos reconocieron la urgencia de atender esta emergencia y recalcaron el nivel de compromiso de sus países. Se firmaron algunos acuerdos, por ejemplo, para detener la deforestación, reducir sustancialmente las emisiones de metano, y acelerar el paso para cumplir con la meta de movilización de recursos y apoyos para los países en desarrollo. Cerca de 70 países ratificaron su objetivo de llegar a emisiones netas cero para mediados de siglo.

Hay avances, sin duda, pero nos seguimos quedando cortos en el tema más importante para esta COP: la necesidad urgente de aumentar los compromisos nacionales de reducción de emisiones al 2030, especialmente los de las grandes economías.

En París se había acordado se revisarían cada cinco años, y, a la fecha, son ya 118 países más la Unión Europea los que han presentado nuevas metas nacionales. Sin embargo, sumándolas todas, y asumiendo que éstas se cumplen, estaríamos aún en una trayectoria que nos llevaría muy por encima de los 2°C de aumento de la temperatura global (con respecto a la era preindustrial), que es el objetivo establecido en el propio Acuerdo de París. No habría además ya manera de no superar, muy probablemente en las siguientes dos décadas, los 1.5°C, que es el objetivo impulsado por los países más vulnerables a los impactos del cambio climático.

Dentro de los 20 mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, México está, junto con Brasil, Indonesia, Rusia y Australia, entre los que presentaron contribuciones nacionales revisadas al 2030 muy poco satisfactorias. En nuestro caso, ésta fue incluso suspendida de manera definitiva por un tribunal colegiado, a petición de Greenpeace, por considerarse que la meta de reducción de emisiones comprometida es regresiva, y por lo tanto contraria a las reglas del Acuerdo de París. No es entonces de sorprender la ausencia de México en la cumbre de líderes y que se esté tratando de minimizar la importancia de esta reunión, a la que asiste una delegación muy pequeña de funcionarios del Gobierno Federal.

De acuerdo con un informe de la NASA publicado en agosto, la inacción climática mundial podría costarle al País la desaparición de playas como Acapulco, Manzanillo, Mazatlán, La Paz y Cabo San Lucas debido al aumento en el nivel del mar.

México tendrá la oportunidad de presentar una nueva meta de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que hará muy posiblemente el próximo año, y deberá forzosamente aumentar su compromiso de luchar contra el cambio climático. En el discurso este es un tema de mucha importancia para nuestro país, pero en los hechos no tenemos grandes logros que reportar.

La comunidad internacional y la sociedad civil lo han señalado reiteradamente, llamando a corregir el rumbo. Es fundamental entender que una acción climática más ambiciosa es congruente con las aspiraciones de México de combatir la pobreza, fomentar el desarrollo regional, crear oportunidades de empleo, impulsar la competitividad y generar condiciones de mayor equidad.

El Dr. Andrés Flores Montalvo es Director de Cambio Climático y Energía en el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) México. Sus temas de enfoque incluyen la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación al cambio climático, eficiencia energética, energía limpia y economía circular.

Trabajó por más de doce años en el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), donde ocupó diversos cargos, incluyendo la Dirección de Cambio Climático, la Dirección General de Política y Economía Ambiental. Fue además Director General Adjunto de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y Coordinador de Proyectos del Centro Mario Molina. Ha sido delegado de México ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el G20, y el Panel Intergubernamental de Cambio Climático.

Andrés es Economista, de la Facultad de Economía de la UNAM. Tiene una Maestría en Tecnología Ambiental, del Colegio Imperial de Ciencia, Tecnología y Medicina de la Universidad de Londres, y un Doctorado (Ph.D.) en Energía y Medio Ambiente, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).