Mentada de madre en Iguala

Seguramente recuerda a José Luis Abarca, el ex alcalde de Iguala.

Seguramente recuerda que él, junto con su esposa y algunos funcionarios de su gobierno, se encuentran presos por su presunta participación en los crímenes del 26 de septiembre de 2014.


Y seguramente recuerda a Felipe Flores Velázquez, el ex secretario de Seguridad Pública de Iguala –prófugo de la justicia–, quien fue señalado como el responsable de haber entregado a los 43 normalistas a los criminales organizados.

Pues este miércoles, el señor Esteban Albarrán Mendoza se convirtió en el nuevo alcalde de Iguala y tras su nombramiento, Albarrán Mendoza propuso a Crisóforo Tinoco como su secretario de Seguridad Pública. ¿Esto por qué es importante?

Porque anteriormente –durante el gobierno de José Luis Abarca– Tinoco fue director operativo de la Policía Preventiva Municipal de Iguala.

Porque en más de una ocasión, Tinoco fue señalado de tener vínculos con el cartel criminal de los Guerreros Unidos.

Porque en 2013, Tinoco perdió el cargo debido a una investigación en su contra por supuestos vínculos criminales.

Y porque a pesar de este antecedente, el nuevo alcalde de Iguala nombró a Crisóforo Tinoco como su nuevo secretario de Seguridad Pública.

Pero eso no es todo. En el colmo de lo absurdo, el nuevo alcalde respondió así a los probables vínculos con el crimen de su nuevo colaborador: “efectivamente, hasta donde yo sé, fueron investigados el año pasado por los sucesos de Iguala y fueron exonerados y fueron reinstalados al ayuntamiento y siguen siendo funcionarios”.

¿Estos son los políticos que aprendieron de la tragedia de Iguala?