A raíz de que se comenzaron a cuestionar los números de la Secretaría de Salud (Ssa) por el número de personas fallecidas a causa del COVID-19 en el país, el subsecretario Hugo López-Gatell no tuvo más remedio que aceptar que no había forma de tener el número exacto de víctimas pues no todas lograban ser registradas por el Gobierno Federal.
Así lo confirmaron los matemáticos Raúl Rojas, de la Universidad Libre de Berlín, y Rafael Gamboa, proveniente del ITAM, quienes aseguran que la falta de pruebas a nivel nacional ha dejado una laguna enorme entre el caso de casos registrados y los que en realidad están contagiados.
Y es que, de acuerdo con las estimaciones de la Ssa, sería muy caro realizar una jornada masiva de pruebas para detectar el coronavirus pero prefieren saturar los hospitales antes que dar la razón a aquellos que sugieren la aplicación de test.
“Como sabemos, el número de portadores del virus con pocas molestias o asintomáticos es muy alto, pero resulta que no estamos considerando todos los elementos disponibles para la administración de la epidemia. Para todos los efectos prácticos, el número de contagiados por COVID-19 en México es de una magnitud inobservable”, detallaron.
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Por ello, los expertos en matemáticas sugieren realizar estudios más detallados de las tendencias, de los resultados de la propia Secretaría y del comportamiento de los gobiernos estatales y sus resultados para poder determinar, un poco más preciso, el número real de personas infectadas.
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