#Más Poesía Jorge Cuesta

Anatomía de la mano

 

La mano, al tocar el viento,

el peso del cuerpo olvida

y al extremo de su vida

es su rastro último y lento.

 

No da al sabor instrumento

su lengua ciega y hendida,

y sólo otra duda anida

su duda de movimiento.

 

Mas como una sed en llamas

que incierta al azar disputa

toda la atmósfera en vano,

 

imita al árbol sus ramas

en pos de una interna fruta

la interrupción de la mano.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.