Margarita puede mover las aguas

La renuncia de Margarita Zavala a su candidatura presidencial tiene diversos significados y lecturas.

De acuerdo con el concentrador de encuestas de Bloomberg, el promedio ponderado de las intenciones de voto hacia Margarita en las encuestas más recientes era de casi 4 puntos porcentuales.

Sin embargo, de acuerdo con la misma fuente, la diferencia entre el primero y segundo lugar, AMLO y Anaya, es casi de 18 puntos.

Aun considerando que todos los votos de Margarita se desplazaran hacia Anaya –cosa no tan clara– la diferencia se reduciría… a 14 puntos.

Entonces, ¿por qué puede ser relevante la decisión de Margarita?

Conste que subrayo que lo puede ser, no que necesariamente lo sea.

En los procesos electorales hay ciclos. Y los ciclos definen tendencias.

De acuerdo con la encuesta nacional domiciliaria de El Financiero, entre octubre del año pasado y febrero de este año, la intención de voto hacia AMLO se mantuvo constante, en 38 por ciento.

Sin embargo, desde esa fecha hasta mayo, el incremento fue de 8 puntos porcentuales.

Y parecía no tener techo.

Más allá de la representación cuantitativa de las intenciones de voto, la decisión de Margarita puede mover las tendencias que hemos visto en los últimos tres meses.

Pero, eso depende de la decisión que tome. Ayer, lo único que comunicó es su retiro de la contienda, dejando en libertad a sus seguidores de inclinarse por quien definan.

La candidata puede borrarse y ya no dar declaraciones ni expresar preferencias. Dudo que lo haga.

Si Margarita intervino en este proceso electoral fue para incidir. Y, ahora tiene la disyuntiva de si respaldar a José Antonio Meade o a Ricardo Anaya.

En cualquier caso, va a mover las aguas.

Si opta por apoyar a Meadelo más lógico tras los duros enfrentamientos con Anaya, va a volver a cerrar la competencia por el segundo lugar, faltando todavía 42 días efectivos de campaña, con todo lo que esto pueda implicar.

Si decidiera respaldar a Anayacon todo y sus diferencias, por el hecho de ser candidato del partido del que proviene, entonces podría reducir la ventaja para AMLO, y quizás, sólo quizás, generar una nueva dinámica en la fase final de la campaña.

En un tuit del expresidente Felipe Calderón ayer por la tarde, la afirmación fue precisa: “Margarita… siempre decide pensando qué es lo mejor para México”.

Eso se puede interpretar señalando que Margarita no se va a quedar quieta.

Y su actividad va a hacer olas, en uno u otro sentido.

Si fuera cierto lo que dijo Paul Ryan, tras haber llegado este jueves sin acuerdo en el TLCAN, y descartarse la posibilidad de que esta legislatura lo procese y vote, el tipo de cambio se habría ido a las nubes.

No fue así. Tuvo más impacto el retiro de la candidatura de Margarita Zavala que la llegada de la fecha fatal, sin acuerdo, y el peso ganó terreno ayer.

Esto deja ver claramente que fue bluff. Que las posibilidades de procesar el Tratado siguen existiendo si hay arreglo en los próximos días o semanas.

Pero, si EU no flexibiliza sus posiciones, no habrá acuerdo.

Los negociadores mexicanos han dejado claro que, si no hay cambios en los temas críticos, México no aceptará el Acuerdo, aunque ello implique que haya que negociar de nuevo con otro Congreso y otro gobierno.

Un Tratado puede durar décadas, un gobierno, años.