Con lo que ha ocurrido en los últimos días en torno al candidato de Morena al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, se podría elaborar un manual sobre cómo dar protección política a un aspirante a gobernador acusado de violación por varias mujeres.
En la entrega del pasado viernes dijimos que los días siguientes serían cruciales para definir si la candidatura de Salgado se caía o si Morena lo mantendría como su carta para la gubernatura de Guerrero, aún con el costo que ello implica.
Y por lo que ha pasado desde entonces, las definiciones van hacia lo segundo. Veamos: el pasado domingo, Félix Salgado dio madruguete y, acompañado por el grupo de Morena que lo impulsa, acudió al instituto electoral de Guerrero para solicitar su registro como candidato a gobernador.
Salgado acudió con el respaldo del Consejo Estatal de Morena y del delegado especial del CEN de ese partido en el estado, Salomón Jara, en medio del silencio de los líderes morenistas a nivel estatal y nacional que no comulgan con su candidatura.
Dos días después, es decir, el pasado martes, Félix estaba citado a comparecer ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena para responder a dos acusaciones por violación que estudia esa instancia partidista.
La citada comisión, dominada por mujeres feministas, montó todo un operativo para evitar que Félix fuera encarado por una de sus denunciantes y por los medios de comunicación nacionales.
Primero citaron a la prensa en la sede nacional de Morena, en la colonia Roma; luego de último momento dijeron que la comparecencia tendría lugar en el hotel Sevilla Palace de Paseo de la Reforma y finalmente se llevó a cabo, si es que en verdad eso ocurrió, en un lugar que se mantuvo en secreto.
En un comunicado, la Comisión de Honestidad aseguró que la comparecencia de Salgado se llevó a cabo “de forma presencial” y que los elementos aportados por las partes “serán valorados en su totalidad por el pleno”.
Un día después de la comparecencia a escondidas de Salgado, vino el manto de protección política con que lo cobijó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien atribuyó las denuncias por violación a la grilla y a la disputa electoral.
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Las declaraciones del primer mandatario y líder máximo de Morena, que algunos consideran neutrales por no condenar ni exonerar a Félix, en realidad representan un espaldarazo al candidato, pues con sus dichos desestimó las acusaciones que existen en contra de él.
Queda claro que las cúpulas de Morena a nivel nacional (el presidente de la República, el dirigente nacional formal del partido, Mario Delgado, y el jefe político de éste, Marcelo Ebrard, son quienes insisten en sostener a capa y espada la candidatura de Félix Salgado.
Pero no todo está escrito. Es probable que las feministas de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena sufran un ataque de independencia y emitan una resolución condenatoria en contra de Félix, lo que llevaría a que le fuera retirada la candidatura.
Hay sectores importantes en Morena que no están de acuerdo en sostener a toda costa lo insostenible, como lo dejó ver ayer la secretaria general, Citlali Hernández, perteneciente al grupo de los ultras.
Habrá que seguir de cerca el caso para ver hasta dónde llegan las cúpulas de Morena en su empecinamiento por mantener como candidato a Félix Salgado, y las consecuencias de esta necedad.
OFF THE RECORD
**AVANZA LA APLANADORA
Ayer, Morena y su rémora petista lograron echar abajo una opinión de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados en contra de la iniciativa presidencial de reformas a la Ley de la Industria Eléctrica.
Morena y su satélite lograron juntar 16 votos contra 13 de la oposición, lo que representó un paso más en la aprobación inevitable de la absurda iniciativa.
**PLEITO EN LA CUAUHTÉMOC
El dedo de Morena..perdón, las encuestas, se decantaron por la diputada federal Dolores Padierna para que sea la candidata de este partido a la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
Habrá que ver la reacción del actual alcalde, Néstor Núñez, quien se pensaba reelegir, y de su padrino político, Ricardo Monreal.
Huele a pleito interno. Otro más.
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