Los saldos de Francisco
Como suele ocurrir luego de la visita de una figura pública internacional –como la del Papa Francisco–, hay una serie de saldos –positivos y negativos–, que vale la pena mencionar. Por ejemplo:
- Quedó exhibida una clase política que poco o nada entiende del Estado laico, de lo que implica servidor público y de lo importante que es separar los asuntos íntimos de los que corresponden a la esfera pública.
- También fue expuesta una sociedad con gran devoción pero también con un vacío de liderazgos éticos.
- Ante los reflectores apareció, además, una jerarquía católica regañada que, a los ojos del Papa, está lejos de cumplir con la labor que le corresponde. No sólo se cuestionó la cercanía entre el clero y el poder sino el gusto de algunos sacerdotes por vivir entre excesos y privilegios.
- Quedó retratada, también, la jauría de idiotas que puebla las redes sociales. La misma que cuestionó asuntos sin sentido –como los vestidos de la Primera Dama–, y que sirvió de carne de cañón en una guerra política que encabezan los que buscan debilitar las instituciones del Estado.
- El Papa puso el dedo sobre los criminales organizados que, en palabras del Pontífice, no pueden ser considerados buenos católicos y faltan a los principios básicos de la fé cristiana.
- Tras la visita de Francisco, los migrantes son vistos bajo una nueva luz. El pontífice reivindicó a este sector vulnerable y llamó a verlos como personas en vez de convertirlos en mercancías.
- El Papa argentino hizo las paces con los indígenas mexicanos. Luego de siglos de opresión, de persecuciones y de malos tratos, la cabeza de la iglesia católica mostró humildad y pidió perdón a los indígenas que le recibieron en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas.
- La visita del Papa también constató la fortaleza institucional y la capacidad operativa del Estado mexicano. Con sus bemoles, todos los eventos transcurrieron según lo planeado, el saldo de la visita papal fue blanco y se garantizó la seguridad tanto del líder católico como de los fieles.
- Otro saldo de la visita del Papa fue el reclamo al magnate estadounidense, Donald Trump. En palabras de Jorge Mario Bergoglio, un hombre que busca construir muros en vez de puentes no puede ser visto como un buen cristiano. No cabe duda que el paso de Francisco por Ciudad Juárez lo sensibilizó en temas complicados, como la migración.
- Aunque no existe un vínculo directo entre la visita del Papa y la detención de Jorge Serrano Limón –líder de Provida, acusado de desviar 25 millones de dinero público–, lo cierto es que el llamado de Francisco a combatir la corrupción surte efecto cuando un presunto criminal –que días antes participó y comulgó en una de las misas papales–, es aprehendido y llevado ante la justicia.
