LOS “REGENTES” DE AMLO

Los nuevos mandatarios estatales quedarán en calidad de “regentes”, siempre sujetos a las instrucciones que salgan de Palacio Nacional

El presidente Andrés Manuel López Obrador convertirá a los nuevos gobernadores emanados de Morena en una suerte de “regentes”, cuyos hilos serán manejados desde Palacio Nacional.

Reducir a los gobernadores a una condición de “regentessubordinados del presidente de la República es ignominioso, pues se supone que los estados de la República son libres y soberanos.

Pero los gobernadores morenistas aceptarán calladitos su nueva condición porque el presidente utiliza para convencerlos una poderosa arma: los recursos de la Federación para pagar deudas, impulsar obras públicas y entregar beneficios de programas sociales.

El pasado sábado, el presidente López Obrador le dijo al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, que él será su “representante” en la entidad. ¿No es esto degradante para un gobernador que llegó al puesto por el voto popular?

Dos días después, el presidente mandó llamar al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, quien en Palacio Nacional se enteró de que él será el coordinador de todas las acciones del gobierno federal en la entidad que ahora gobierna. ¿Y la separación de niveles de gobierno en dónde queda?

El martes acudieron a Palacio Nacional los gobernadores de Campeche, Layda Sansores, y de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, a quienes repitió la cantaleta de que ellos serán sus “representantes” en sus respectivos estados, lo mismo que el gobernador electo de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien acudió a la cita con el presidente ayer.

A cada uno de estos gobernadores, López Obrador entregará recursos federales para que puedan hacer frente a compromisos inmediatos, como es el pago de la nómina y sobre todo de los aguinaldos, pues ya viene el fin de año.

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A cambio de eso, los nuevos mandatarios estatales quedarán en calidad de “regentes”, siempre sujetos a las instrucciones que salgan de Palacio Nacional, como ocurría durante el Porfiriato.

Con los nuevos gobernadores López Obrador repitió la fórmula aplicada hace unos meses con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a quien desplazó del recuento de daños ocasionados por la tragedia de la Línea 12 del Metro y le reorganizó su gabinete.

Sheinbaum aceptó gustosa su nuevo papel de “regenta” y a cambio recibió todo el apoyo del presidente no solo para enfrentar la crisis derivada de la tragedia del Metro sino para apuntalarla como su corcholata favorita para el 2024.

Ahora, con su colección de “regentes” estatales, durante los próximos tres años López Obrador ejercerá un gobierno centralista en donde los gobernadores de Morena serán sus empleados.

OFF THE RECORD

**EXODO FORZADO

Quizá el único contento con el traslado a Acapulco de la sede de la Secretaría de Salud sea su titular, Jorge Alcocer, pues ahora despachará a nivel del mar.

Pero la mayoría de trabajadores del sector se resiste a cambiar de residencia, pues su arraigo, sus actividades y las de su familia, están en la Ciudad de México.

**REPRESIÓN EN DOS BOCAS

Si la represión registrada ayer en las obras de la refinería de Dos Bocas hubiera ocurrido en un gobierno del PRI o del PAN, López Obrador y sus huestes, así como las organizaciones civiles, ya estarían llamando a tomar las calles para exigir la renuncia del presidente.

Pero como ocurrió en el gobierno de la “4-T”, habrá escándalo mediático unos dos días y luego el asunto, a pesar de que hay un muerto, pasará a segundo término.

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