El ex presidente Carlos Salinas de Gortari instituyó el ‘Quinazo’, al ordenar la detención y consignación del en ese entonces súper poderoso dirigente del Sindicato Petrolero, Joaquín Hernández Galicia, ‘La Quina’, en cuyo domicilio incluso fue sembrado un cadáver.
Esta acción tuvo lugar apenas un mes y diez días después de que Salinas asumió el poder luego de unas elecciones sumamente cuestionadas, que quedaron marcadas para siempre con el estigma del fraude electoral.
Su sucesor en el cargo, Ernesto Zedillo, tuvo su propio ‘Quinazo’ al ordenar la detención y consignación de Raúl Salinas de Gortari, acusado del asesinato de quien sería el líder de la Cámara de Diputados, José Francisco Ruiz Massieu.
Años después, el presidente Felipe Calderón tuvo su ‘Quinazo’ al ordenar, al día siguiente de tomar posesión, un gran despliegue militar hacia las regiones del estado de Michoacán azotadas por la delincuencia organizada y al declarar la guerra abierta al narcotráfico.
Y el ‘Quinazo’ de su sucesor, Enrique Peña Nieto, consistió en la detención y consignación de la otrora poderosísima lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, acusada de lavado de dinero.
Esa práctica del ‘Quinazo’, consistente en realizar alguna acción de gran impacto mediático para legitimarse ante la sociedad, instaurada por Salinas de Gortari, fue retomada por el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero la multiplicó por tres.
Al mismo tiempo, la Fiscalía General de la República, encabezada por el fiscal carnal Alejandro Gertz Manero, busca aprehender y poner ante un juez al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; al ex gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda y al rey del outsoursing, Raúl Beyruti Sánchez.
Se trata de tres peces gordos a quienes la FGR acusa de lo mismo: delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, el delito favorito por los gobernantes contemporáneos para disfrazar las persecuciones políticas.
No sabemos si los tres perseguidos o alguno o dos de ellos sean responsables o no de los delitos que les imputa la FGR; puede que sí lo sean, en especial el ex gobernador de Nayarit, sobre quien pesaban señalamientos desde hace varios años.
Lo criticable es que la FGR decida perseguir a los tres precisamente en momentos en que están a punto de arrancar las campañas electorales para renovar la Cámara de Diputados y elegir a 15 gobernadores.
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Esta acción de la FGR tiene la doble intención de desviar la atención de las torpezas del gobierno federal para enfrentar la pandemia del Covid y de las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, y al mismo tiempo acarrearle votos a Morena, el partido en el poder.
Los ‘Quinazos’ de Salinas, Zedillo, Calderón y Peña Nieto se dieron al inicio de sus respectivos gobiernos, cuando el presidente en turno necesitaba legitimarse al haber obtenido el cargo mediante elecciones cuestionadas o con una votación inferior al 50 por ciento y con un Congreso equilibrado.
López Obrador no tenía al inicio de su gobierno este problema, pues su triunfo fue tan claro y contundente, que nadie lo cuestionó y nadie puso en duda la transparencia de ese proceso electoral del 2018.
Sin embargo, dos años después, López Obrador siente el peso del desgaste de su imagen y de su partido y por eso necesita realizar acciones espectaculares que le ayuden a recuperar el terreno perdido y a obtener una buena votación en los comicios del próximo 6 de junio.
La necesidad de poner en marcha no uno sino tres ‘Quinazos’ confirma que Morena no las tiene todas consigo y que no está en las mejores condiciones para enfrentar las próximas elecciones, en las que podría perder el control de la Cámara de Diputados. El presidente está consciente de eso y hará todo lo que se le ocurra para inflar artificialmente a su partido.
OFF THE RECORD
**LA ESTORBOSA LADY PROLE
La joven que le negó el acceso a la vacuna anti Covid-19 a una persona de la tercera edad en Puerto Vallarta, Jalisco, es una muestra de lo bien que estorban los llamados “servidores de la Nación”.
Insistimos en lo que planteamos en nuestra entrega de ayer: ¿No sería más fácil simplemente instalar módulos de vacunación en lugares públicos como se ha hecho en México con mucho éxito desde hace varios años?
**AUDITOR CESADO, ANTE LA SANTA INQUISICIÓN
La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación citó a comparecer para el próximo martes al auditor especial Agustín Caso Raphael, responsable de la auditoría que ha causado tanta polémica sobre la suspensión de la construcción del Aeropuerto de Texcoco.
Caso Raphael se encuentra separado de sus funciones temporalmente, pero eso no le impedirá presentarse ante el Tribunal de la Santa Inquisición que juzga el pecado de ventilar irregularidades financieras del gobierno de López Obrador.
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