Los precandidatos y la mota

Este jueves, durante su participación en el foro “ Perspectivas Turísticas para México 2018”, el Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, sugirió explorar la posibilidad de legalizar la marihuana en entidades como Quintana Roo y Baja California Sur, como una medida para reducir la violencia y la inseguridad.

Y como estamos en año electoral, el tema no tardó en convertirse en parte de la agenda de las precampañas presidenciales, dejando al descubierto la postura conservadora de Ricardo Anaya, de Andrés Manuel López Obrador, y de las coaliciones que los postulan.

Cuestionado respecto a las declaraciones de De la Madrid, el precandidato de la coalición Por México Al Frente, Ricardo Anaya, indicó que la legalización de la marihuana “no resolverá el problema de la seguridad”, y se limitó a decir que el tema “se tiene que tratar con toda seriedad, y no de manera superficial”.

La postura de Anaya no sorprende. Salvo contadas excepciones –como la del senador Roberto Gil– el PAN ha rehuido a estos temas por su naturaleza conservadora.

La cuestión es: ¿Qué pensarán de la postura de Anaya los otros integrantes de la coalición, el PRD y Movimiento Ciudadano?

En 2016, el Sol Azteca se dijo dispuesto a impulsar una iniciativa del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para legalizar la marihuana con fines lúdicos y medicinales en la capital del país.

¿Renunciará el PRD a su agenda porque su precandidato presidencial no apoya la legalización de la marihuana?

El conservadurismo también se hizo presente en Morena. El precandidato de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, también evadió el tema; incluso de forma más descarada. Dijo que no hablaría sobre el asunto porque “luego lo acusan de estar apoyado por los rusos”.

Su postura tampoco es sorpresiva. Ya sea por falta de convicción o por miedo a perder votos, el tabasqueño siempre ha evitado tomar banderas de la izquierda como el matrimonio igualitario o la adopción homoparental, rechazadas por algunos sectores de la población. La legalización de la marihuana no es la excepción.

Irónicamente, tanto Ricardo Anaya como López Obrador han gastado saliva acusando que la estrategia de seguridad del gobierno federal no sirve; que es necesaria “más inteligencia y menos balas”; o que hay que explorar otro tipo de estrategias.

Pero cuando un funcionario del gobierno federal propone una estrategia para combatir la violencia que no incluye el uso de la fuerza, pero sí la legalización de la marihuana, ambos eluden el tema.

¡Ahora resulta que el PRI es el partido liberal!