Los mitos que derrumba la visita del Papa

La visita del Papa Francisco no es sólo un evento que atrae la atención del mundo entero, también es el pretexto ideal para derribar algunos mitos comunes en torno a la iglesia católica y la relación que mantiene con el Estado mexicano. Por ejemplo:

Uno. El Estado laico perdió vigencia. Falso. Hoy día, a pesar de la antiguedad del concepto, el Estado laico mantiene su vigencia. De hecho, en un entorno en que cada vez hay más credos religiosos, es necesario que el Estado garantice un comportamiento laico.

Dos. La publicidad oficial por la visita del Papa es ilegal. Falso. Probablemente no nos guste que los gobiernos estatales –en especial los de izquierda–, inviertan dinero público en promocionar la visita del Pontífice. No obstante, gracias a las reformas constitucionales de 1992 –durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari–, este acto no es ilegal. De hecho, algunos dirían que se trata de promoción turística.

Tres. El gobierno despilfarra dinero público por la visita del Papa. Falso. Según fuentes de la secretaría de Gobernación, el Estado destinará la mayor cantidad de recursos a cuestiones de seguridad. De hecho, el gasto no será tan grande pues los cuerpos de seguridad municipales, estatales, el federal y el Estado Mayor presidencial ya existen y ya cobran de la nómina oficial.

Cuatro. Se invierte demasiado en la seguridad del Papa. Falso. El dinero del Estado que se invierte en seguridad es, primordialmente, para atender a los millones que acuden a ver al Papa. La prioridad de la autoridad es garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.

Cinco. Juárez reprobaría la atención del Estado mexicano a la visita del Papa. Falso. Contrario a lo que algunos dicen, Juárez era un creyente y no se distinguía por comportamientos anticlericales. De hecho, existe un documento jurídico en donde Benito Juárez explica por qué su gobierno fusiló a Maximiliano de Habsburgo; el texto inicia con agradecimientos a Dios y al Espíritu Santo. Quienes insisten que Juárez era un anticlerical lo hacen desde la ignorancia y defienden un doble discurso.

Seis. El gobierno mexicano pretende hacer campaña con la visita del Papa. Falso. Es probable que algunos abusados traten de subirse al tren de la visita de Francisco. No obstante, los lugares que se incluyeron en la agenda papal los definió el Papa. Nadie –ninguna autoridad mexicana– tiene injerencia en esos asuntos.

Siete. La cercanía entre la visita del Papa y el proceso electoral fue deliberada. Falso. El presidente Enrique Peña invitó a Francisco a visitar México hace dos años. Los tiempos –igual que los lugares–, los marcó el Vaticano.

Ocho. Los presidenciables intentarán sumar votos con la visita del Papa. Falso. Quizá algunos tengan la intención, sin embargo, en la mente de los ciudadanos sigue lejos la sucesión presidencial. Además, es muy difícil que en la urna de votación, los electores recuerden la foto del candidato y el Papa Francisco.

Nueve. El Estado le dice al Papa qué decir y cómo decirlo. Falso. Todos los que conocen al Papa Francisco saben que no es un hombre fácil de intimidar y que difícilmente aceptaría que un gobierno censure su discurso. Lo que dice el Papa, lo decide el Papa.

Diez. El Estado informa al Papa sólo lo que le conviene. Falso. El Papa se informa a través del Nuncio del Vaticano y de los obispos mexicanos. Es decir, que el Pontífice tiene sus propias fuentes y él mismo define su agenda.