Hace unos días, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, retó a Andrés Manuel López Obrador a un debate, pero el tabasqueño rechazó el diálogo con el panista pues dice que el único con quien debatirá es con el expresidente Carlos Salinas de Gortari. Para el señor López, Ricardo Anaya no está a la altura ya que es un “mafiosillo, aprendiz de mafioso”.
Y es que para todos es común escuchar al dirigente de Morena decir que detrás de tal o cual asunto, o actor político, se encuentra “El Innombrable” Salinas de Gortari.
Para López Obrador, Salinas es quien encabeza la mafia del poder; ese grupo que “va en contra de los intereses de la nación”; es decir que el expresidente priista sería el culpable de todo lo que pasa en el país y la mano que mece la cuna de todos los políticos.
Cabe señalar que en días pasados reapareció Salinas de Gortari en Acapulco para dictar una conferencia en la que pidió dejar de lado el populismo de AMLO, a quien calificó como “El otro innombrable”.
Ahí en Acapulco, Salinas siguió aludiendo al “otro innombrable” y dijo que México tiene que alejarse del neoliberalismo y del individualismo egoísta y posesivo.
Por un lado se encuentra la leyenda del PRI que se niega a desaparecer y por el otro, la leyenda de la izquierda que también se niega a desaparecer pero que también sigue en el juego político, ahora—otra vez— rumbo a la presidencia de 2018.
Mientras Obrador quiere ganar la presidencia con el populismo, Salinas parece estar motivado por enfrentarse con el señor López Obrador.
¿Quién ganará la última batalla?
