Los feminicidios son más brutales

Cada año, en un día como hoy, las adoramos, veneramos y consideramos increíbles, pero en realidad las hemos condenado a un mundo adverso, agresivo y hostil.

Son las madres, esas que no pidieron una revolución femenina que las condenara a la doble, triple o cuádruple jornada laboral, esas que se tienen que hacer cargo del 30 por ciento de los hogares en México y que además de responder a todas las necesidades de sus familias enfrentan acoso, violencia y salarios de hambre.

En los últimos años han ocupado las primeras planas –pero no por haber accedido a una gubernatura, ya que hay sólo una mandataria estatal en nuestro país, Claudia Pavlovich, de Sonora–, han llamado la atención de todos por el crecimiento de los feminicidios.

Y para que conste, algunas cifras: en 2015 hubo mil 755 feminicidios en México; en 2016, 2 mil 210, y en 2017 aumentó a 2 mil 517, según el documento “Información Delictiva y de Emergencias con Perspectiva de Género”, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

De acuerdo con ONU Mujeres, en México se asesina a siete féminas cada 24 horas y los métodos son más brutales que los de los hombres.

En los últimos 5 años, los objetos cortantes se usaron 1.3 veces más en los homicidios de mujeres que de hombres; asimismo se recurre tres veces más al ahorcamiento y estrangulamiento, sofocación, ahogamiento e inmersión, mientras que el uso de sustancias de fuego es el doble que en el caso de los hombres, según el Informe “Violencia Feminicida en México, Aproximaciones y Tendencias 1985-2016”.

En 2016, los estados con mayor incidencia de muertes de mujeres fueron Colima, Guerrero, Zacatecas, Chihuahua y Morelos; y los municipios con mayor número de feminicidios fueron Acapulco, Guerrero; Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua.

Y otro tema que retoman los candidatos en campaña, es el de las mujeres jefas de familia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, 9 millones 178 mil 324 hogares son presididos por ellas, pero esta cifra ha ido en aumento, ya que de 2010 a 2016 este tipo de jefatura aumentó de 24.6 a 27.4 por ciento.

Y las entidades con mayor número de jefas de familia son Ciudad de México, Sonora, Tlaxcala, Baja California, Morelos, San Luis Potosí, Guerrero, Veracruz y Yucatán.

Serán jefas de familia quienes hayan educado a sus hijos, las cabecitas blancas o cómo se les quiera llamar, pero en la realidad la remuneración que perciben las mujeres por su trabajo es inferior al que reciben los hombres, se asegura en el libro Mujeres y Hombres en México 2017, de Inmujeres.

Al analizar el salario real de los hombres y mujeres de 15 y más años de edad ocupados en el período de 2005 a 2017, se observa que la brecha que separa la media de los ingresos mensuales reales de los hombres respecto al de las mujeres, se ha mantenido con escasas variaciones en 2016, que fue de 1,007 pesos, y en 2017 de 917 pesos.

Las mayores diferencias entre el ingreso promedio por hora trabajada de hombres y mujeres ocupados, se señala en el libro, se ubican entre los funcionarios y directivos de los sectores público, privado y social, mientras que los sectores industriales, artesanos y ayudantes quedarían en término medio, y en las actividades agrícolas, ganaderas, silvícolas y de caza y pesca las mujeres ganan más que los hombres.

Esta es la situación que enfrentan, por lo que antes de felicitarlas debes de considerar si realmente tú veneración tiene que ver con el trato que históricamente se ha dado a este género.