Desde su campaña presidencial de 2018, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador prometió suspender las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) por considerarlo caro e innecesario. Posterior a ello, anunció la construcción de dos pistas más en la Base Aérea Militar Santa Lucía, proyecto que también generó el descontento de vecinos y organizaciones opositoras.
Como respuesta a los casi 80 amparos en contra de su plan, el mandatario asegura que no encuentra motivos para justificar la emisión de los mismos: “no existe causa legal que justifique la suspensión de Santa Lucía. No hay motivo”, señaló.
Asimismo, el tabasqueño declaró que “toca madera” para que esta misma situación no se traslade al proyecto del Tren Maya, pues incluso ha tenido más opositores que el propio aeropuerto.
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“Antes todo iba al norte, ahora ya le toca al sureste, es momento del sureste”, explicó desde Palacio Nacional.