La llegada a México del virus conocido como COVID-19 hizo que de la nada surgiera un personaje que en pocos días se convirtió en una especie de rockstar de la Cuarta Transformación: el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
En pocas semanas ya había muñecos con su imagen y él aparecía lo mismo en las mañaneras del presidente que en revistas del corazón y hasta en un recital de poesía.
Hubo incluso algunos acelerados que llegaron a pensar que la pandemia lanzaría al funcionario a las grandes ligas de la política y…¿por qué no? que hasta podría aspirar a la candidatura presidencial de Morena en el 2024. Y al parecer, el propio López Gatell creyó en esta fantasía.
Ensoberbecido por esa fuerza mediática que repentinamente adquirió, López-Gatell no se dio cuenta de que solo era un instrumento del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien necesitaba un pararrayos para no ser él quien recibiera directamente las críticas de todos los días por el mal manejo de la pandemia.
López Obrador necesitaba de alguien con formación científica que respaldara su postura desdeñosa hacia la pandemia, que justificara su absurda negativa a usar cubrebocas y que diera la cara a la hora de los reclamos por los malos resultados de la estrategia del gobierno federal.
Ese alguien es López-Gatell, epidemiólogo que hizo a un lado su formación científica y su ética profesional para decirle a su jefe (el presidente) todo lo que éste quiere escuchar y para no contradecirlo ni en público ni en privado.
Calculador, el presidente convirtió a López-Gatell en un globo, que se infla muy rápido, pero que en muy poco tiempo se desinfla o se revienta. Y eso es lo que está ocurriendo con el subsecretario de Salud.
Alguien debió decirle que no creyera en fantasías. Que su luz artificial no le iba a durar mucho por varias razones. Y una de ellas es que los personajes mesiánicos, como lo es su jefe el presidente, jamás permitirán que alguien brille a la par de él por mucho tiempo.
Y aún en el supuesto de que el presidente lo quisiera impulsar a las grandes ligas, López-Gatell se toparía con un dique que se llama Morena, un partido infestado de liderazgos que bloquearían sin chistar al subsecretario, pues consideran que ellos han hecho mayores méritos durante años para estar en los primeros planos.
La estrella de López-Gatell se empieza a apagar. O lo que es lo mismo, el globo se empieza a desinflar. El funcionario no tiene ya forma de explicar por qué México es el tercer país del mundo con la mayor tasa de mortalidad por COVID-19 a pesar de las cifras maquilladas que nos ofrece día con día.
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No puede explicar por qué nuestro país es uno de los que menos pruebas ha realizado en el mundo ni por qué a pesar de cuatro meses de confinamiento, la curva de la pandemia no se ha aplanado y el número de víctimas sigue en aumento. Estamos cerca de los 50 mil muertos.
Nueve gobernadores piden la renuncia de López-Gatell. Senadores del PAN presentaron una denuncia penal en su contra. Las revistas del corazón ya dejaron de buscarlo y todos los días recibe marejadas de críticas en las redes sociales por el mal manejo de la pandemia.
Y, como bien lo calculó López Obrador, cuando ya nadie pueda negar el fracaso del gobierno federal para enfrentar la pandemia, quien tendrá que dar la cara no será él, sino el globo que infló hace cuatro meses y que está a punto de desinflarse o de poncharse.
OFF THE RECORD
**¿NOROÑA PRESIDENTE?
La postura que ayer asumió el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, en torno a la disputa por la Mesa Directiva de San Lázaro debe tener preocupados a los priistas.
Delgado dijo ayer que la ley no especifica que la Presidencia de la Mesa le corresponda al PRI, sino a la tercera fuerza política de la Cámara de Diputados.
Y ese es el objetivo que busca el PT: convertirse en tercera fuerza.
¿Estará adelantando Delgado que le dará la codiciada Mesa al PT?
¿Alguien imagina al locuaz y estrafalario Gerardo Fernández Noroña como presidente de la Cámara de Diputados?
**CALAMBRE A EL BRONCO
Ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco“, puede ser sometido a juicio político pero a nivel federal.
“El Bronco” está acusado de utilizar recursos públicos para su campaña como candidato independiente a la Presidencia de la República en el 2018.
El fallo de ayer de la Corte debe haber puesto a pensar a más de uno sobre el gran ruido mediático que generaría llevar a “El Bronco” a juicio político en pleno proceso electoral del 2021.
Correo: [email protected]
Twitter:@pepecontreras_m
