Parece que las declaraciones del exdiputado federal, Manuel Clouthier, al mencionar que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha estado actuando como “un niño chiquito que busca atención” son bastante acertadas ya que, pese a haber obtenido el rechazo por parte del Senado, insiste en que sus contendientes tengan poder dentro de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Se trata de Paola Elizabeth López Chávez, Luis Linares Zapata y Jorge Amaya Mendívil, quienes contienden por el puesto de Jesús Serrado Landeros. Ángel Carrizales López, Norma Leticia Campos Aragón y Alfonso López Alvarado integrantes de la terna para el lugar de Neus Peniche Sala. Al igual que José Alberto Celestinos Isaacs, Mario José Silverio Galicia Yépez y Fernando Juárez Martínez candidatos para la plaza de Marcelino Madrigal Martínez.
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Y no hay que olvidar, entonces, todas las veces en las que Obrador arremetió en contra de gobiernos anteriores por acciones de nepotismo o compadrazgo, casi casi como las acciones que está tomando en estos momentos con la única diferencia de que el tabasqueño justifica sus acciones diciendo que “si los demás lo hacían no debería haber problema”.
Es bien sabido que puestos dentro de instituciones gubernamentales han sido ocupados por “el amigo de” o “el hijo de” durante muchos años, pero es aquí donde nos preguntamos ¿no se supone que López Obrador sería diferente?
