Este jueves se cumple un mes de la tragedia de la Línea 12 del Metro en la que perdieron la vida 26 personas y más de 80 resultaron lesionadas. Un mes y nadie, absolutamente nadie dentro de la autodenominada “Cuarta Transformación”, ha sido cesado ni ha renunciado por ese accidente que se pudo haber evitado.
Una renuncia no devolverá la vida a quienes la perdieron ni ayudará a paliar el viacrucis que sufren todos los días los habitantes de Tláhuac y de una parte importante de Iztapalapa para trasladarse a sus centros de trabajo.
Pero las renuncias son una de las formas en que los servidores públicos y los gobiernos asumen una responsabilidad política por omisiones o actos de negligencia que costaron pérdidas humanas.
Nadie quisiera regresar al régimen autoritario de partido único que encabezó el PRI durante 70 años. Pero en esa etapa, a pesar de lo cerrado del sistema, había renuncias cuando se registraban tragedias. Las hubo por derrumbes durante los sismos del 85 y por las explosiones del drenaje en Guadalajara en el 92.
Pero en tiempos de la “4-T”, la reacción de las autoridades es minimizar los hechos, hacerse de la vista gorda y dejar que los principales responsables, al menos desde el punto de vista político, sigan en sus cargos como si nada.
Es inaceptable que a pesar de la magnitud de la tragedia ni siquiera haya sido cesada la directora general de Metro, Florencia Serranía, quien debió haber dejado el cargo mucho antes de la caída del puente de la estación Olivos de la Línea 12.
Pero Florencia sigue ahí, como Marcelo Ebrard sigue en la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Sheinbaum en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y Mario Delgado en la dirigencia nacional de Morena.
No se sabe en qué momento se deslindarán las responsabilidades penales por la tragedia, si es que las hay. Pero si las llega a haber, estamos seguros de que ningún pez gordo asociado a la “4-T” será molestado.
Te puede interesar | CLASES, PARA ESCONDER LA DERROTA
La imagen de los funcionarios y del dirigente partidista mencionados están por los suelos, pues la comunidad los considera responsables en algún grado de la tragedia de hace un mes. Pero eso parece no importarles.
La gran arrogancia que les caracteriza llevó a Sheinbaum a decir en días pasados que no habrá voto de castigo para Morena en la capital del país por la tragedia, sino que hay mucho entusiasmo en la gente por seguir apoyando el proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hay tanto cinismo en la “4-T”, que Morena y su líder político no tendrán empacho en poner en la boleta del 2024 a uno de los dos principales responsables de la tragedia de la Línea 12. Al fin que la sociedad tiene memoria de corto plazo, pensarán.
OFF THE RECORD
**SILENCIO DE TRES DÍAS
A partir de las 0:00 horas de este día empezó la veda electoral. Nadie, ni partidos, ni candidatos, ni ciudadanos ni medios de comunicación, puede llamar al voto ni hacer proselitismo por ninguna vía.
No habrá spots ni ataques entre candidatos ni información mareadora sobre encuestas o sondeos.
Y el domingo será un día de muchas definiciones.
**COMPLOT INTERNACIONAL
Eso es lo que alegará el presidente López Obrador para responder a las críticas que hicieron sobre su persona, con un día de diferencia, los diarios Le Mont, de Francia, y Die Welt, de Alemania.
López Obrador lleva varios meses con una campaña sistemática de descalificaciones hacia la prensa mexicana.
Y en su lógica, la prensa extranjera ya le entró al complot en su contra.
Correo: [email protected]
Twitter: @pepecontreras_m
