Tres meses después de la tragedia de la Línea 12 del Metro, que provocó la muerte de 26 personas, los dos principales responsables desde el punto de vista político, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, sueñan con aparecer en la boleta de la elección presidencial del 2024.
Lejos de asumir la parte de responsabilidad que les corresponde por esas 26 muertes y por el agravio a cientos de miles de capitalinos que no pueden utilizar la Línea 12, la jefa de Gobierno de la Ciudad y el secretario de Relaciones Exteriores se encuentran ya en campaña adelantada con miras a la sucesión presidencial.
La única cabeza que ha rodado hasta el momento es la de la ahora ex directora general del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, Florencia Serranía, quien fue retirada del cargo de una manera demasiado decorosa, casi con honores.
Ninguno de los involucrados en todo el proceso de construcción, rehabilitación y mantenimiento de la Línea 12 ha asumido su responsabilidad. Nadie ha sido siquiera citado a declarar por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y las víctimas de la tragedia no han recibido el apoyo a que tienen derecho.
Han pasado tres meses durante los cuales la jefa de Gobierno se ha convertido en una estatua de marfil, mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado la batuta en el control de daños, con más pena que gloria.
Fiel a su estilo mareador, López Obrador ha provocado un gran ruido mediático con el compromiso del empresario Carlos Slim de rehabilitar la Línea 12 sin cobrar por ello.
Lo que no dice el presidente es que una empresa de Slim fue una de las que participaron en la construcción de ese medio de transporte, por lo que el empresario no solo está obligado a reparar el daño material, sino que podría ser sujeto de responsabilidad penal.
Pero incapaz de molestar a uno de sus empresarios favoritos, el presidente López Obrador estableció con él un acuerdo para que su empresa rehabilite la Línea 12 a cambio del perdón en materia administrativa y penal.
Los dictámenes parciales que se conocen hasta el momento indican con claridad que la Línea 12 se cayó debido a dos causas fundamentales: las fallas en la construcción y la falta de mantenimiento.
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En la construcción estuvieron involucrados fundamentalmente Marcelo Ebrard, como jefe de Gobierno, y Mario Delgado, como secretario de Finanzas de esa administración.
Y por la falta de mantenimiento en lo que va la actual administración, la principal responsable es, sin duda, Claudia Sheinbaum.
Pero ninguno de estos personajes ha asumido ni asumirá su responsabilidad. Cuando la Fiscalía dé a conocer las conclusiones de su investigación enviará a la cárcel a unos cuantos funcionarios menores en calidad de chivos expiatorios y le darán carpetazo al asunto.
La “Cuarta Transformación” le apostará a que la sociedad mexicana tiene memoria de corto plazo y a que para el 2024 ya nadie se acordará de la tragedia de la Línea 12.
OFF THE RECORD
**LA CRISIS DEL GAS
Ayer, comisionistas de gas iniciaron un paro laboral, en protesta por la afectación que les provocó la decisión de López Obrador de imponer precios máximos al combustible.
No lo deseamos, pero esa decisión, que aparenta ser benéfica para la población, podría derivar en un desabasto generalizado con funestas consecuencias.
**PROMOCIÓN CON VACUNAS
Ayer, el gobierno de la Ciudad de México violó el artículo 134 de la Constitución, que prohíbe utilizar imágenes o datos personales de servidores públicos al ofrecer los programas de apoyo institucional.
Los ciudadanos de entre 40 y 49 años que acudieron a recibir su segunda dosis de vacuna en las alcaldías Coyoacán y Magdalena Contreras fueron recibidos con un audio en el que se hacía alusión a que “gracias al esfuerzo del Licenciado Andrés Manuel López Obrador y de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Nos toca seguir cuidándonos“. ¿Así o más impunidad?
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