Hace unos días, el Congreso aprobó una de las reformas más cuestionadas en la historia reciente de México, que fue extinguir 109 fideicomisos, algo que previamente había impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, los legisladores —diputados y senadores— y mucho menos López Obrador, consideraron eliminar el Fideicomiso para la Conservaduría de Palacio Nacional, sobre todo, porque se ha convertido en la nueva residencia presidencial.
Cabe señalar que dicho mecanismo se implementó durante el sexenio de Felipe Calderón, en 2007, y en la actualidad dicho gasto es cubierto, con recursos públicos, por la Oficina de la Presidencia de la República, a través del Ramo 2 del Presupuesto de Egresos de la Federación.
De acuerdo con información del portal EMEEQUIS, este fideicomiso —establecido el 13 de noviembre de 2007— tuvo un recurso inicial de 40 millones de pesos, pero desde esa fecha hasta esta administración ha erogado 5 millones 169 mil 200 pesos por concepto de “protección, conservación, restauración y recuperación de los edificios, áreas, objetos y colecciones arqueológicas, artísticas e históricas que integran el Palacio Nacional”.
Tal ha sido la indignación por la conservación de este mecanismo, que algunos ya lo calificaron como el ‘fideicomiso 110’ por ser intocable y contradecir el discurso de austeridad que tanto ha pregonado AMLO.
En ese sentido, si la desaparición de los 109 fideicomisos se dio para darle más transparencia al uso del erario, que no se haya tocado el que le da mantenimiento a Palacio Nacional genera más dudas que certezas respecto a los gastos de la “Cuarta Transformación”.
Con información de EMEEQUIS
JZ
