LAS RENUNCIAS

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Foto: La Otra Opinión

Las renuncias de los aspirantes del partido en el poder, o sus aliados, sean servidores públicos o legisladores, han ocupado el pluriverso político electoral nacional.

Junto con ello, tanto los aspirantes como los que se quedan en sus cargos, también han renunciado a cumplir con sus obligaciones formales de gobernar, de buscar soluciones a los problemas nacionales, la renuncia para atender los asuntos del gobierno y los asuntos públicos para dedicarse exclusivamente a un interés individual o de grupo.

La renuncia para aspirar a otro cargo, dejando una responsabilidad que tenían asignada, con el fin de buscar alcanzar otra mejor. Cómo podría ser que el que no puede lo menos pueda lo más.

Cómo creer en sí mismos, cómo pretender que sean vistos como algo mejor, después de que no han podido resolver los asuntos que tenían bajo su encomienda.
Cómo ocurre que la sociedad pueda absolverlos de sus responsabilidades inconclusas y darles una segunda oportunidad para alcanzar un peldaño en su interés personalizado, en una supuesta competencia.

Cómo distraer los recursos para continuar en la rueda del molino del poder, sin que haya un arqueo de caja de lo que hicieron o no hicieron.

Es un borrón y cuenta nueva. Es un golpe abusivo de una campaña que lleva meses en su recorrido, usando recursos públicos de forma obscena. Así, el proceso de colocar en el imaginario social a un candidato o candidata que tenga viabilidad política, ha generado un espectáculo mentiroso de la política, es la simulación abierta y a la luz de la vida pública, es una grosera violación de la ley electoral. Es tergiversar las palabras para justificar el abuso del derecho, engañar a los que quieran ser engañados y jugar la política del engaño y la simulación, en donde todos se vuelven cómplices.

La fiscalización de los recursos en este remedo de maximato como reparto del botín presidencial, ha colocado a la mentira como un referente para la autoridad electoral, quien debiera llevar al extremo, la anulación de todos los aspirantes por violación a la ley de actos anticipados de campaña, como ocurrió ante el incumplimiento de los aspirantes a la gubernatura de Michoacán o Guerrero. Propiciando una inestabilidad política y social.

Las consecuencias son grotescas, no habrá debates, no habrán de hablar mal de ningún participante, ni mucho menos del gobierno y políticas actuales, por lo que no podrán aportar una visión alterna a lo que predomina en la actualidad. La opacidad, la falta de rendición de cuentas, la fiscalización de lo que se invierta, la preparación con certeza de que no pierden, sino que ganan o la posición mayor o una de consuelo suficiente.

Insistimos, la batalla por el cargo, con o sin merecimientos, ha colocado al interés personal o del grupo en el poder, bajo la grotesca fórmula de un maximato. Los aspirantes a suceder a quienes han renunciado temporalmente a una posición, buscando otra, ha hecho felices a los posibles sucesores, a quienes habrán de esconder bajo la alfombra lo que encuentren.

Los problemas de seguridad, salud, económicos, de política interior o exterior, entran en receso, o en el olvido final, como ya venían desde el principio de la administración.
Veamos cuánto aguanta la sociedad. A qué renuncia la sociedad misma.